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Índice de contenidos



1- Primer partido internacional sudamericano (1902)

2- Primera victoria internacional (1903)

3- Uruguay contra Sudáfrica (1906)

4- La "Celeste" (1910)

5- La trágica historia de Roberto Chery (1919)

6- Uruguay en Vigo y su gira preolímpica (1924)

7- El origen da la "Vuelta Olímpica" (1924)

8- El origen del "Gol Olímpico" (1924)

9- El origen de la "Garra Charrúa" (1935)

10- Récord de imbatibilidad celeste (2011-2012)

11- La peor racha celeste (2016-2017)

12- Figuritas y naipes "celestes" (1924-1928)

 

Torneos amistosos disputados por la Selección Uruguaya

 

 

 

 

1- Primer partido internacional sudamericano (1902)

 

Fuera del reducido ámbito de las Islas Británicas el primer partido de carácter internacional entre combinados nacionales se disputó en el Río de la Plata y enfrentó a los tradicionales rivales de ambas orillas, Uruguay y Argentina. El match fue jugado el domingo 20 de julio de 1902 a las 14:30 horas, en el escabroso campo de Paso Molino, en Montevideo, propiedad del Albion Football Club. En esta ocasión la victoria fue argentina, que venció por un contundente 0-6 bajo las órdenes del árbitro argentino Roberto Whall Rudd. Las alineaciones fueron las siguientes:

Uruguay: Enrique Sardeson (Albion), Carlos Carve Urioste (Nacional), Germán Arímalo (Nacional), Miguel Nebel (cap.) (Nacional), Alberto Peixoto (Albion), Luis Carbone (Nacional), Bolívar Céspedes (Nacional), Gonzalo Rincón (Nacional), Juan Sardeson (Albion), Ernesto Boutón Reyes (Nacional), y Carlos Céspedes (Nacional).


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La selección uruguaya (de izquierda a derecha): Arriba, Linier, Miguel Nebel, Luis Carbone, Alberto Peixoto, Enrique Sardeson; Medio, Bolívar Céspedes, Gonzalo Rincón, Juan Sardeson, Ernesto Reyes, Carlos Céspedes; Abajo, Carlos Urioste, Germán Arímalo.

 

Argentina: José Buruca Laforia (Barracas A.C.), William Leslie (Quilmes A.C.), Walter Buchanan (Alumni), Eduardo Patricio Duggan (Belgrano A.C.), Carlos J. Buchanan (Alumni), Ernesto A. Brown (Alumni), Edward O. Morgan (Quilmes A.C.), Juan José Moore (cap.) (Alumni), Juan O. Anderson (Lomas A.C.), Carlos Edgar Dickinson (Belgrano A.C.), y Jorge Gibson Brown (Alumni).

Marcaron Dickinson (3'), Arímalo, p.p. (31'), Morgan (64'), Carve Urioste, p.p. (66'), Anderson (71') y Jorge Gibson Brown (86').

 

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La selección argentina.


Cabe destacar que en este partido jugaron dos parejas de hermanos: Brown por Argentina, y los Sarderson por Uruguay; y también hay que aclarar que los apellidados Buchanan (en Argentina) no guardaban parentesco. También resulta curioso el hecho de que todos los jugadores argentinos tienen apellido inglés, mientras que en el combinado uruguayo hay una mezcla de apellidos italianos y españoles, siendo sólo los Sarderson los de origen británico.

Nunca más, hasta la fecha, la selección argentina se ha anotado en el mismo partido dos goles marcados en propia puerta por sus rivales.

En cuanto a los uniformes, ambos combinados utilizaron camiseta celeste, por lo cual Uruguay se vio obligado a agregar una franja diagonal blanca como diferencia adicional a la de los pantalones. Este mismo uniforme fue utilizado por la Selección Uruguaya en sus siguientes dos partidos ante los argentinos, en la resonante victoria de 1903, y en el primero de la Copa Lipton disputado en 1905.

Algunos historiadores consideran como match inaugural de los partidos disputados entre ambas selecciones el jugado el día 16 de mayo de 1901 entre el Club Albion y el J. O. Anderson XI de Buenos Aires. Pero está claramente confirmado, tanto por la prensa de la época como por la documentación recientemente descubierta del histórico club uruguayo, que dicho partido se trató de uno de los tantos amistosos internacionales disputados por el Albion F.C. en aquel año.

Por su parte Argentina no fue representada por una selección de la Argentina Association Football League, y el combinado argentino que participó en este encuentro aparece como "Anderson XI", por ser J.O. Anderson el capitán del equipo. El partido se disputó en el Campo de Deportes del Albion (que también aparece llamado como Paso Molino) bajo las órdenes del árbitro Horace W. Botting, y el combinado argentino se impuso por 2-3.

Las razones que llevaron a la teoría son básicamente dos. Por un lado, la relación existente en aquel tiempo entre Enrique Lichtenberger (Secretario de la UAFL) y Francis Chevallier Bouttell (Presidente de la AAFL) y su clara participación en la organización de dicho encuentro, y por otro lado la participación de dos futbolistas de Nacional, Bolívar Céspedes y Ortíz Garzón como refuerzos del equipo uruguayo.

 

 

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En cuanto a la participación de las dos personalidades mencionadas, si bien es cierto que Enrique Lichtenberger era en 1901 el Secretario de la recientemente creada UAFL (hoy AUF), también es una realidad que en ese mismo año era jugador y dirigente del Albion FC, y que incluso figuraba en la alineación del equipo uruguayo en las crónicas previas publicadas por varios diarios uruguayos el día del partido. En cuanto a Francis Chevallier Boutell, si bien es cierto que en ese año era el Presidente de la AAFL (actual AFA) y que según algunas fuentes ofició de Linesman en este partido, es clara y notoria la relación entre el mencionado dirigente y el J. O. Anderson XI Buenos Aires, debido a que de la documentación del Albion surge el dato de que dicho partido ya iba a disputarse el 29 de junio de 1898, también con Francis Chevallier Boutell como Linesman, e incluso con la presencia de su hijo F. J. Chevallier Boutell (que años más tarde llegaría a jugar en Nacional) como integrante del equipo. En ese año, 1898, el referido dirigente no era Presidente de la asociación argentina y la UAFL todavía no existía. Dicho partido sería finalmente suspendido por inclemencias del tiempo.

Por el lado de la participación de los futbolistas de Nacional, de la documentación del Albion también se dilucida el hecho de que Bolívar Céspedes, Ortíz Garzón y otros futbolistas que integraron las formaciones tricolores en su primer año de participación en la League, como Amilcar y Carlos Céspedes y Gonzalo Rincón, participaron en muchos de los amistosos internacionales disputados por el Albion FC en 1901. De hecho, Bolívar Céspedes anotó diez goles en estos cotejos, además del convertido en el referido partido.

Toda esta información confirma el hecho de que en aquellos primeros años de fútbol amateur los futbolistas de determinados equipos jugaban por otros equipos en partidos amistosos a modo de refuerzo, por lo que no es un argumento válido para considerar el del 16 de mayo de 1901 como el primero disputado por un verdadero seleccionado de la Liga uruguaya.

Por otra parte, y por si todo esto no fuera suficiente para descartar esta teoría, este mismo partido Albion FC vs. J. O. Anderson XI Buenos Aires volvió a disputarse el 10 de mayo de 1902, con victoria del equipo argentino por 1 a 0 con gol de C. E. Dickinson. Por lo que si el de 1901 fuera realmente el primer partido disputado entre Uruguay y Argentina, este segundo también debería considerarse como un internacional disputado entre ambos seleccionados, ya que se trata exactamente del mismo partido.

Por último, y no menos importante, vale la pena remarcar que la principal prueba no documental que descarta la teoría es la tan publicitada utilización de la camiseta del Albion para la disputa de dicho encuentro, cuando simplemente unos meses más adelante se utilizó una camiseta bien representativa del carácter de combinado nacional, celeste, con la bandera de Uruguay y el escudo de la UAFL (actual AUF). Además, en la foto de dicho encuentro expuesta anteriormente, se puede identificar claramente las siglas AFC en muchos de los uniformes y algunos otros distintivos del equipo, lo que también confirma que se trató de un partido disputado por el Albion FC, y no por la Selección Uruguaya.

 

A continuación se brinda la crónica del partido, publicada por la revista Rojo y Blanco ese mismo año de 1902 y subida a la web por Montevideo Antiguo:

El Partido entre orientales y argentinos jugado el domingo pasado en el field del Albion, resulta según del punto de vista que se le examine un éxito y un fracaso. Un éxito como fiesta social, pues nunca se había visto la cancha del Paso del Molino favorecida por tan numerosa y selecta concurrencia; un fracaso como fiesta sportiva, pues aunque internacional, no revistió el interés de un match común.

En efecto, nunca hemos visto un cuadro mas desmoralizado que el nuestro el domingo. Salvo honrosas excepciones, los orientales jugaron mal, muy mal como no los creíamos capaces. Y si a esto agregamos que los argentinos jugaron admirablemente, se explica con facilidad el triste resultado del match de 6 goal por 0. No queremos decir con esto que a haber jugado como otras veces, hubieran ganado los de aquí, no; pero al menos la derrota no hubiera sido tan bochornosa.

El partido comenzó a las 2 y 45 y desde un principio se noto la superioridad incontestable de los argentinos. El juego se desarrollo en su mayor parte en la mitad oriental; los contrarios desplegaron un juego de ataques rápidos y combinaciones habilidisimas; varias falladas inexplicables de la defensa oriental fueron la causa del primer goal metido por Dickinson. Arimalo, back nuestro, metía poco después al querer atajar un shot bien dirigido por G. Brown, el segundo goal. Esto desanimo a sus compañeros que se replegaron aun mas hacia su valle.

Mientras tanto Bolivar Cespedes, que estuvo admirable y que junto con Rincon y Carbone fueron los únicos que jugaron bien, hacia magnificas corridas llevándose solo la pelota hasta cerca del goal-line enemiga, pero allí se encontraba solamente ayudado por Rincon y tenían que luchar con los half-backs y backs que eran mejor del cuadro argentino. Con todo, dirigió buenos shots al goal, pero en este estaba Laforia, considerado con justa razón el mejor goalkeeper del Rio de la Plata: todos los shots, algunos muy difíciles, por cierto, fueron atajados. En el primer half no se altero el score. En el segundo remataron los porteños la derrota. Por cuatro veces penetro la pelota el valle oriental, siendo debidos los tantos a Anderson, Morgan, Carve (que le paso lo que a Arimalo) y E. Brown. A las 4.12 Pm termino el match marcando el score de 6 por 0.

Los visitantes fueron obsequiados antes del martch con un almuerzo en el Hotel Central. A los brindis hablaron los señores Rowland, Chevallier, Bontell, Prat, Thomas, E. C. Liehterberger, Sardeson, Hilaire J. Al terminar el partido fueron acompañados hasta el muelle por la comision de la Liga y algunos de los jugadores.

 

 

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2- Primera victoria internacional (1903)

 

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El 13 de Septiembre de 1903, el Club Nacional de Fútbol, en representación de Uruguay (y ante la renuncia de todos los equipos uruguayos a enfrentar al "team" argentino) cruza el Río de la Plata y vence en Buenos Aires a un combinado de Argentina por 3 a 2 siendo ésta la primera victoria uruguaya, a nivel selección, ante el clásico rival.

A continuación se ofrece una detallada información de la historia de este trascendente partido y un curioso dato sobre enfrentamientos entre Nacional y la selección de Argentina. Todos los datos han sido extraídos de Foro Bolso.

El 1º de marzo de 1903, Batlle y Ordóñez resultó electo Presidente de la República y el 28 se pactó una paz inestable en Nico Pérez. Mientras tanto, cada fin de semana una multitud de uruguayos "cruzaban las fronteras partidarias convertidos en espectadores siguiendo a sus equipos". Comenzaba setiembre y en el torneo local todo hacía presumir que Nacional y el CURCC llegarían "cabeza a cabeza".

Los combinados de Uruguay y Argentina ya habían disputado dos partidos en 1902. Se jugaron en la cancha del "Albión" del Paso Molino. En ambos ganaron los argentinos por 3 a 2 y 6 a 0 respectivamente.

Era momento de nombrar a los "futbollers" que integrarían la selección uruguaya para el cotejo del día 13 de setiembre, en Buenos Aires. Estaba latente todavía el recuerdo del partido anterior. La Comisión de la "League" nombró a los siguientes jugadores: Amílcar Céspedes; Carve Urioste y Boutón Reyes; Nebel, Luis Carbone y Ceferino Camacho: Pena, Bolívar Céspedes, Aniceto Camacho, Castro y Cordero. Estas designaciones causaron hondo malestar entre los "ferrocarrileros ingleses", desconformes por la inclusión mayoritaria, injusta según ellos, de jugadores de Nacional, por lo que no vacilaron en renunciar al honor de formar parte del "team" oriental.

En el seno de la Liga, que por ese entonces se reunía en el Café Gambrinus, hubo perplejidad y desazón, iniciándose de inmediato las gestiones pertinentes en Villa Peñarol, sin resultado.

Pedir la suspensión del partido parecía lo "más sensato" para la mayoría; entonces el gallardo y retobado Nacional, el de los Céspedes, el de los jóvenes universitarios, el de los colores de Artigas, el campeón invicto de 1902, se plantó con su bandera de lucha y conquista el derecho de representar al fútbol uruguayo –con sus aguerridos "players"- cumpliendo así gallardamente, el compromiso contraído.


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Programa del partido disputado el 13 de septiembre de 1903 (Fuente I Diario Uruguay)

 

Aunque la "League" respetó el paso al frente de Nacional, pocos creían en la conveniencia de esta "quijotada" pese a que Nacional le había ganado en 1902 a Barracas en Buenos Aires y en el Parque Central por el mismo tanteador: 2 a 1.

El seleccionado argentino estaba conformado sobre la base de los mejores "players" del Alumni, con el aporte de grandes figuras de Belgrano, Lomas y Estudiantes. Las especulaciones iban en aumento; perder por 6 goles como local y presentar como visitante sólo a un club... Pocos decían en voz alta lo que repetían entre líneas.

Nacional trabajaba y se aprontaba con una entrega envidiable. Según Domingo Prat, desde fines de agosto los tricolores entrenaron todos los días de 3 a 5 de la tarde, algo inusual en esa época.

El Consejo de la "League" argentina en pleno, recibió en la dársena Sur, al "Tritón" con la delegación tricolor a bordo. A las 11 de la mañana, los anfitriones agasajaron a los orientales con un almuerzo en el reputado "Aus Kéller" de la calle Corrientes. El presidente de la "The Argentine Football Association League", Francisco Chevalier Boutell, fue quien pronunció las palabras de bienvenida; luego hablaron Mullin -delegado uruguayo- y Eusebio Céspedes, padre de los populares hermanos. Las palabras de Don Céspedes no eran para que las llevase el viento: "Sabemos que no podemos ganar; venimos como hermanos a cumplir". Los conceptos finales de Alejandro Watson Hutton tampoco eludieron la realidad de los hechos: "Nada podía complacernos tanto como esto, de que un equipo de club haya asumido tan alta responsabilidad, para que no se interrumpiera la disputa anual entre los futbolistas del Río de la Plata".

El cortejo se celebró en el "field" de la Sociedad Hípica Argentina, en Palermo, ante más de 8 mil espectadores que creían que el "match" sería "un juego del gato con el ratón". En el Palco Oficial se hallaban: el Presidente de la República Argentina, Gral. Julio A. Roca, el Ministro Plenipotenciario del Uruguay Daniel Muñoz, ministros, legisladores y diplomáticos.

Nacional presentó su alineación característica: Amílcar Céspedes, Carlos Carve Urioste, Ernesto Boutón Reyes, Miguel "Miguelón" Nebel (Capitán), Luis Carbone, Gaudencio Pigni, Bolívar Céspedes, Eduardo de Castro, Gonzalo Rincón, Carlos Céspedes y Alejandro Cordero.

El arbitraje le correspondió a Rudd, de la Liga Argentina, actuando como líneas, Domingo Prat –Presidente de Nacional- y Francisco Chevallier Boutell.

Argentina formó con Jorge C. Howard, Carlos Carr Brown, Walter Buchanan, Emilio B. Firpo, Carlos J. Buchanan, Ernesto A. Brown, Gottlob E. Weiss, Juan José Moore (Capitán), Jorge Brown, Carlos Edgard Dickinson y Eugenio Moore.

Desde el arranque, una mezcla de sorpresa y estupor invadió "la Hípica"; nadie entendía nada ya que los primeros minutos del partido fueron un monólogo tricolor. Nacional dominaba y atacaba, los argentinos se mostraban desconcentrados y, a los 19 minutos, llegó el primer "gol", una joyita de Carlitos Céspedes. Marcharon a los vestuarios con ese resultado parcial: 1-0.

Al comenzar el segundo tiempo la máquina argentina salió con todo, buscando pasarle por encima a los osados uruguayos, pero éstos se defendían como leones y ¡oh, sorpresa!, llegó el segundo gol por obra del talentoso y escurridizo Bolívar Céspedes. Luego abrió el libro Jorge Brown, marcando dos golazos que pusieron el partido 2 a 2.

Cuando se acercaba el final del encuentro, aparece nuevamente Carlos Céspedes para hacer el gol del triunfo histórico.

La lucha había sido pareja en todo y los rivales dejaron "el alma en la cancha"; Uruguay había ganado 3 a 2 a la poderosa escuadra nacional argentina y lo había hecho representado por un club: ¡Nacional! Aquella misma noche, los protagonistas de la hazaña volvieron en el "Tritón".

Esta inaudita proeza "llevada a cabo por once muchachos uruguayos que apenas acababan de abandonar la adolescencia, dio lugar a la explosión de un intenso júbilo patriótico que repercutió en todos los ámbitos y esferas del País".


1903-prensa

 

En "La Razón" del lunes 14 de setiembre, se podía leer el siguiente telegrama:

"Buenos Aires, setiembre 14.


-A Enrique Lichtenberger.- Piedras 127.- Montevideo.-


En nombre del Consejo de la Argentine Football Association, felicito a la Liga Oriental por el triunfo de ayer.
Los miembros del team oriental se han portado como héroes. La línea de forwards ha resultado la mejor que se haya presentado en nuestras canchas.
Un cariñoso saludo a su digno presidente y demás miembros de la Liga Oriental.

–CHEVALLIER BOUTELL, Presidente; F. WILLIAMS, Secretario.-

 

La edición del periódico "El Siglo" también nos ubica en aquel momento histórico: "-En el vapor de la carrera regresaron ayer los campeones orientales que vuelven victoriosos del gran match internacional del domingo pasado. Gran número de aficionados fue a recibirlos a bordo y en el "Tritón" volvieron a repetirse los hurras entusiastas y los vivas a Nacional mezclados con los abrazos y estrujones a los jugadores".

Recordando la gesta gloriosa, el Capitán Miguel Nebel, el fraterno y querido Miguelón, cuando era el único sobreviviente de la hazaña escribió desde Barcelona para "Noticiario Nacionalófilo" (revista partidaria):

"Citan ustedes una fecha: 13 de setiembre. Cuando en mi recogimiento abro el libro de mi vida, en busca de pasadas emociones, las flechas de mis ojos se clavan en el centro del luminoso recuerdo. Aún guardan mis sentidos de la emoción pasada fecundas irradiaciones y cada año, el 13 de setiembre, mi árbol de triunfo se cubre de nuevas hojas y de flores brillantes".


La historia oculta

Se conmemora hoy, 13 de septiembre, el aniversario de la primera victoria internacional oficial de la Selección Uruguaya, ya que en un día como hoy, pero de 1903, Uruguay, representado por Nacional, derrotaba en Buenos Aires, por 3 a 2, a la poderosa selección del vecino país.

Este es un hecho que constituye un mojón fundamental en la historia del fútbol uruguayo, el cual, como tantas otras veces, fue marcado por el club de los hermanos Céspedes.

No tiene ningún sentido resaltar acá la jerarquía del fútbol argentino y el potencial de su Selección Nacional, todo el mundo sabe que estamos hablando del que quizás sea el mejor fútbol del planeta. Basta recordar que ha logrado dos títulos mundiales, uno olímpico y catorce de América. En el historial de partidos, la Selección Argentina les lleva ventaja a todas las selecciones con las que se ha enfrentado. Sin embargo, ese historial impresionante tiene una “mancha”, hay un club, si, solamente uno, frente al cual, la historia tiene el signo contrario: el Club Nacional de Football.

Efectivamente, además del histórico cotejo de 1903, Nacional enfrentó a la Selección Argentina en otras cinco oportunidades. De los seis partidos que tiene este historial, tres fueron victorias tricolores, dos terminaron empatados y el restante fue triunfo argentino. En goles la ventaja también es tricolor: 9 a 6

 

Los seis partidos

 

Primer partido
Fecha: 13 septiembre 1903
Motivo: Copa Río de la Plata de Naciones
Lugar: Sociedad Hípica Argentina, Buenos Aires
Resultado: Nacional 3 Argentina 2
Goleadores tricolores: Carlos Céspedes (2), Bolívar Céspedes

Segundo partido
Fecha: 13 octubre 1907
Motivo: Amistoso
Lugar: Parque Central, Montevideo
Resultado: Nacional 2 Argentina 2
Goleadores tricolores: W. Fiedrich, Núñez.

Tercer partido
Fecha: 25 de agosto de 1923
Motivo: Amistoso
Lugar: Parque Central, Montevideo.
Resultado: Nacional 0 Argentina 1

Cuarto partido
Fecha: 1 noviembre 1966
Motivo: Amistoso
Lugar: Cancha de Independiente, Buenos Aires
Resultado: Nacional 0 Argentina 0

Quinto partido
Fecha: 29 noviembre 1966
Motivo: Amistoso
Lugar: Estadio Centenario, Montevideo
Resultado: Nacional 2 Argentina 1
Goleadores tricolores: Juan Martín Mujica, Jorge Oyarbide

Sexto partido
Fecha: 29 diciembre 1966
Motivo: Amistoso
Lugar: Estadio Centenario, Montevideo
Resultado: Nacional 2 Argentina 0
Goleadores tricolores: Jorge Oyarbide, Víctor Espárrago

 

Fuente I Juanjo Testa para decano.com

 

 

 

 

 

3- Uruguay contra Sudáfrica (1906)

 

En el año 1906 un combinado de jugadores amateurs sudafricanos invitado por la Liga Argentina emprendió un osado viaje a través del Atlántico para disputar varios encuentros en Argentina, Uruguay y Brasil. Cuentan que tras 27 días de tortuoso viaje los exóticos jugadores africanos llegaron al continente. A pesar de que el fútbol tenía gran popularidad entre la raza negra y que allí, según decían, estaban sus mejores jugadores, el combinado sudafricano estaba íntegramente compuesto por jugadores blancos.

La selección sudafricana desplegó un fútbol apabullante por Buenos Aires, Rosario, Montevideo y San Pablo y sólo pudo ser derrotada por el aquel entonces poderoso equipo argentino Alumni, siendo el primer equipo extranjero en perder en Argentina. Tras firmar grandes goleadas los africanos decidieron "cruzar el charco" y visitaron Montevideo para enfrentar a un combinado representativo de la Liga.

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Combinado uruguayo. De pie: Guillermo McFarlane (árbitro), Carlos Urioste, Cayetano Saporiti y Juan Bertone. En la fila de en medio: Luis Carbone, Francisco Branda, Pedro Zuazú y Leonardo Crossley (linier). Sentados: Carlos Cuadra, Gonzalo Rincón, Juan Peña, Alejandro Cordero y Cándido Betancourt.


Tras muchos retrasos se presentaron en Montevideo en la calurosa tarde del miércoles 18 de julio en el Gran Parque Central. A pesar del elevado precio de la entradas una concurrencia estimada en 5.000 espectadores se hizo presente para presenciar el match frente a un combinado de nuestra League formado por seis jugadores del Club Nacional de Football, cuatro del Montevideo Wanderers y uno del C.U.R.C.C.

El encuentro fue arbitrado por el Sr. Guillermo MacFarlane y como era de prever los sudafricanos golearon seis a uno al entusiasta equipo local. Tras ello volvieron a Argentina para disputar un partido más y se despidieron del continente en San Pablo, donde le endosaron un 6-0 a la selección brasileña. Casi nada. Se cuenta que durante su estancia bonaerense los sudafricanos, según las crónicas de La Nación, entre partido y partido, visitaron fábricas de dulce, de manteca, de cuero, fueron al zoológico y al Jockey Club.

Su gira demostró que eran una verdadera máquina de la que el incipiente fútbol rioplatense extrajo sus enseñanzas. Por más información sobre la gira del equipo sudafricano pueden visitar la estupenda cobertura informativa ofrecida por Viejos Estadios.

 

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Sudáfrica. Fotografía del team que enfrentó a Montevideo XI.

 

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Sudáfrica. Otra foto del equipo sudafricano. De pie: W.G. Brown, F. Findlay, A.W. McIntyre, G. Hartigan, W.F. Schmidt y H.J. Henman; sentados: A.W. King, R.F. Thorne, J.H. Robison, H.N. Heeley, T. Chalmers, W.T. Mason y R. Taylor; en el suelo: E.H. Johnson y J.W. Binckes.

 

La Gira

Lugar y fecha
Rival
Resultado
22/06 - Buenos Aires
Universitarios XI
14-0
24/06 - Buenos Aires.
Alumni
0-1
29/06 - Buenos Aires
Belgrano A.C
6-0
01/07 - Rosario
Liga Rosarina
9-0
08/07 - Buenos Aires
Argentina British
4-1
09/07 - Buenos Aires.
Argentina
1-0
12/07 - Buenos Aires
C.A. Estudiantes
3-2
15/07 - Buenos Aires.
Liga Argentina
4-1
18/07 - Montevideo
Liga Uruguaya
6-1
22/07 - Buenos Aires.
Alumni
2-0
26/07 - Buenos Aires
Quilmes A.C.
5-1
31/07 - San Pablo
Brasil XI
6-0

 

 

Resumen

PJ
PG
PE
PP
GF
GC
DIF
12
11
0
1
60
7
53

 

 

 

previapost06
La previa y el post partido en la prensa.


Fuente I Fútbol Nostalgia y La Redó

 

 

 

 

 

4- La "Celeste" (1910)

 

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Una foto histórica, la del "nacimiento de la Celeste". Fue tomada el día 29.05.1910 y es el equipo que enfrentó a Chile por la Copa Centenario de mayo disputada en Argentina. El combinado uruguayo ganó por 3-0. De izquierda a derecha, de pie: Juan Pena, John Harley, Pedro Zuazú, Federico Crocker, Cayetano Saporiti y Juan Carlos Bertone. Sentados: Robert Buck, Pablo Dacal, José Piendibene, Santiago Raymonda y José Brachi.

 


Pese a las tantas crónicas y menciones por parte de historiadores y periodistas con respecto al nacimiento de la mítica camiseta “Celeste” el 15 de agosto de 1910, hoy podemos saber, gracias a la detallada investigación de Santiago Rodríguez, que llevó a cabo un laborioso análisis de las fotos de la época y otras documentaciones, que la Selección Uruguaya utilizó el color celeste en su camiseta desde su primer partido disputado en 1902. De hecho, continuó utilizando ese mismo modelo, que incluía una franja blanca en diagonal (agregada por la similitud que tenía con la camiseta argentina) hasta la Copa Lipton de 1905, con excepción del modelo blanco utilizado en el partido jugado ante el Southampton FC inglés en 1904.


Entre 1906 y 1907 la Selección Uruguaya utilizó una camiseta blanca con franja diagonal azul y roja. En la Copa Lipton de 1908 se utilizó un modelo por única vez a franjas verticales azules oscuras y celestes (suponiendo en base a las fotografías en blanco y negro), para luego utilizar, desde el siguiente partido de 1908 y por todo 1909, un modelo blanco, con la excepción del primer modelo alternativo verde frente al Tottenham inglés, hasta llegar a la promocionada y homenajeada “Celeste” de 1910.


A pesar de la realidad histórica que muestran las fotos y documentos hoy disponibles, no podemos desmerecer la historia del delegado de Wanderers Ricardo Le Bas, que propuso la utilización de la ahora clásica camiseta celeste, color alternativo que usaba el extinto River Plate F.C., que venía de ganar por segunda vez el campeonato local y derrotar a Alumni de la vecina orilla justamente con la indumentaria celeste. Pero dándole el valor que corresponde, el de la oficialización de la camiseta “Celeste” como indumentaria de la Selección Uruguaya, y aclarando, que dicha “vuelta a la Celeste” no se produjo el famoso 15 de agosto de 1910 en Belvedere, sino que se produjo cuatro partidos antes, exactamente el 29 de mayo de 1910 ante Chile por la primera fecha de la Copa Centenario de Mayo, disputada en Argentina. Incluso en las fotos queda claro que se utilizó el mismo modelo que terminó vistiendo Uruguay en el famoso partido por la Copa Lipton de 1910.

 

 

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La indumentaria de Uruguay entre 1902 y 1910


(Click en la imagen para ampliar y ver posterior pase de diapositivas)

 

 

 

Hecha esta importantísima aclaración, pasamos a detallar el encuentro disputado el domingo 15 de agosto de 1910 donde el combinado nacional derrotó al argentino por 3-1 en el campo de Belvedere (en aquellos momentos de Wanderers), siendo este el primer partido ganado por la selección uruguaya a la argentina en condición de local.

 

 

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¿Celeste?

En 1910 el River Plate F. C. de Montevideo se enfrentaba al glorioso equipo argentino Alumni. Como ambos equipos vestían camiseta roja y blanca a listas verticales, y en aquellos tiempos correspondía alterar la indumentaria a los locales, el River Plate uruguayo tuvo que buscar unas camisetas de urgencia para disputar el partido, utilizando unas de color celeste que usó junto a pantalones blancos.

El 10 de abril de 1910, contra todo pronóstico y frente a tres mil espectadores, River Plate venció 2-1 al Alumni en el Parque Central. El partido, arbitrado por el uruguayo René Peyrou, que fue asistido por los líneas Salvarezza y Ribeyro, comenzó a las 15:00 hs. Los “porteños”, como lo habían hecho el año anterior, inauguraban con este encuentro su temporada frente a los riverplatenses, o sea que ambos equipos se conocían y en ambas ocasiones previas el resultado del partido había sido empate. Otro hecho histórico que dejó el partido, es que esa fue la última visita al Uruguay del Alumni.

El equipo argentino se puso en ventaja con gol de Weiss pero River Plate logró remontar con sendos goles de Pablo Dacal, que empató el encuentro y D'Agosti, que puso el definitivo 2-1.

 

 

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(Click en la imagen para ampliar y ver posterior pase de diapositivas)




Las alineaciones fueron las siguientes:

River Plate: Angel Cavallotti, José Benincasa y Miguel Benincasa; Félix Lourtet, Oscar Sanz y Alberto García; Vicente Modena, Pablo Dacal, D. D´Agosti, Santiago Raymonda y Pedro Seoane.

Alumni: G.S. Hardie, Jorge Gibson Brown y Juan Dodds Brown; A.Galup Lanus, J. Henry Lawrie y Arturo G. Jacobs; Gottlo Eduardo Weiss, Alfredo Carrow Brown, Juan Gibson Brown “Juancito”, A.LL. Morgan y D.L. Clarck.


Fuente I C.I.H.I.F.

 


partido

 

 

Pero volvamos al tema que nos concierne, el día en el que erróneamente "nació" la celeste. Los equipo formaron de la siguiente manera:

 

Ficha del partido

Uruguay: Cayetano Saporiti; Juan Carlos Bertone, José Benincasa; Jorge Pacheco, Óscar Sanz, Juan Peña; Vicente Módena, Pablo Dacal, José Piendibene, Carlos Scarone, Pedro Zibechi.

Argentina: Carlos Wilson; Jorge Gibson Brown, Juan Domingo Brown; Armando Ginocchio, Ernesto Brown, Haroldo Grant; Elías Fernández, Maximiliano Susán, Juan Enrique Hayes, Arnoldo Watson Hutton, José Viale.

Árbitro: León Peyrou, líneas Alvaro Saralegui y N.González.

Hora de inicio: El partido comenzó a las 14:55, según el sorteo del juez, eligieron campo los argentinos, dando el puntapié inicial los uruguayos.

Goles:

1-0: 23' Dacal, centro de Scarone, Dacal la toma de aire batiendo a Wilson.

2-0: 48' Módena, Módena inicia una rápida corrida, envia el centro hacia Zibechi, este remata al arco, Módena casi sobre la raya del mismo desvia el balón marcando el segundo gol. Otras fuentes otorgan el gol a Zibechi.

3-0: 63' Scarone, Dacal levanta centro, el mismo le llega a Scarone quien dispara siendo infrutuosa la estirada de Wilson quien si bien toca la pelota, la misma se introduce en el arco.

3-1: 73' Watson Hutton, Jorge Brown despeja un corner, la pelota es dominada por Viale el cual levanta centro al área interviene Saporiti pero la pelota queda suelta y en un atropello entre Hayes y Watson Hutton, este anota el gol de los argentinos. Para el diario La Nación de la Argentina, el gol fue convertido por Hayes.


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Montevideo, tarde del domingo 15 de agosto de 1910. Uruguay y Argentina, todo dicho.

 

Crónica del encuentro

La presente crónica está alojada en la página oficial del Montevideo Wanderers y es obra del Dr. Manuel Paredes:

Por la mañana las principales autoridades de la Asociación fueron al puerto a recibir a la delegación argentina quien arribó a nuestra capital en el famoso Buque de la Carrera en las primeras horas de esa jornada. Al mediodía ambas delegaciones compartieron un suntuoso almuerzo en el Parque Hotel. Una vez culminado el mismo ambos equipos partieron raudamente hacia el Escenario elegido. Belvedere.

En tranvías de la compañía "La Transatlántica" partieron los deportistas y ambas delegaciones. Un mar humano se hizo presente ese día ya que cerca de diez mil personas colmaron las instalaciones del Estadio, en ese entonces de Wanderers, y se calcula que otras diez mil aguardaban fuera del predio esperando noticias.

Esa tarde y luego de un sentido discurso por parte de Héctor Rivadavia Gómez (gran dirigente de Wanderers) los once celestes se dispusieron a salir al campo de juego. Comenzó mejor Argentina igualando el trámite Uruguay al promediar el primer tiempo. A los 22 minutos en un centro desde la derecha Pablo Dacal gritó "dejála Juan" imitando la voz de Jorge Brown (Juan por Juan Brown). Pensando que el grito provenía de su hermano, el corpulento zaguero dejó pasar la pelota tomándola el gran Dacal para fusilar al arquero argentino Wilson.

Con el marcador Uruguay 1 Argentina 0 terminó la primera etapa. En el segundo tiempo fue mucho más Uruguay quien con personalidad llevó a los argentinos hasta su propio arco. A los cuatro minutos del segundo tiempo Pedro Zibechi puso el dos a cero y cerca de los veinte Carlos Scarone aumento el marcador a un contundente tres a cero. Cerca del final descontaron los visitantes por intermedio de Hayes.

En el blog Código B se añade: Las entradas fueron de 0.20 centésimos de entrada al field, 0.20 centésimos al palco general y de 0.30 centésimos al palco con sillas. El encuentro, si bien en los diarios decía que comenzaría a las 14:30, comenzó cercano a las 15:00 horas.

El diario El Día en su edición del 16 de agosto relata lo siguiente: "A las doce y media del día un par de miles de hombres rodeaban el field. Dos horas después la concurrencia alcanzaba a diez mil. ¿Cuántos pensaban en el triunfo oriental?. Algunos ilusos...Todas las alturas de aquel hermoso rincón de Belvedere estaban nutridas de seres. Hombres en los alrededores de la cancha, en las tribunas, en los techos, en las paredes, en los árboles. La ansiedad ponía gente en todas partes. Entre todos descollaron las damas. Además rindió el gentil tributo de su caballerosidad asistiendo al partido, el señor Moreno, ministro argentino en el Uruguay, quien fue objeto por parte de los jugadores y del público de cariñosas demostraciones de aprecio y confraternidad".

 

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Incidencia del encuentro disputado el 15 de agosto de 1910. La única diferencia que permite apreciar la imagen es el color de los pantalones, mientras la pelota está en el aire, sobre el arco que todavía sigue estando sobre el ingreso principal de la cancha por la calle Julián Laguna. Casi en el medio, atrás, se observa la que entonces era entrada principal, que aún se mantiene como acceso a la tribuna que enfrenta a la oficial. En esa entrada muere Belvedere, la calle cortita que nace en Carlos María Ramírez. A la izquierda del portón se encuentran los árboles que aún existen, pertenecientes al Colegio y Liceo San José de la Providencia (Fuente I Tenfield ).

 

 

 

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Montevideo en 1910


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Consecuencias de la victoria

El triunfo uruguayo fue vivido como una auténtica hazaña ya que la Copa Lipton en ese momento era el partido internacional mas importante para nuestra Asociación. Marcó un antes y después en la historia del fútbol nacional.

En la vecina orilla, como de costumbre, la derrota fue justificada aduciendo brutalidad y malos tratos de parte de todos los componentes de nuestro fútbol rompiendo relaciones la Asociación Argentina con la uruguaya. Dichas relaciones se restablecieron por medio de un acercamiento realizado por Montevideo Wanderers quien gestionó la venida del seleccionado argentino jugando un amistoso en octubre de 1910 en Belvedere venciendo Wanderers por dos a uno.

 

 

 

 

 

5- La trágica historia de Roberto Chery (1919)

 

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Roberto Chery (1896-1919), el joven mártir celeste.

 

Roberto Chery era un chico flaco y enjuto, de aspecto soñador, pero un gran jugador polifuncional en el campo de juego, prefiriendo siempre jugar en la posición de arquero. Nació en el Barrio Sur de Montevideo el 16 de febrero de 1896 y empezó atajando en el Aniceto Camacho, un modesto equipo llamado así en honor a un jugador del desaparecido C.U.R.C.C. que jugaba en la Liga Anglo Uruguaya. Un día de 1915 a Chery esta Liga se le quedó chica y con sus dos mejores amigos, Isabelino Gradín y Antonio Campolo, probó suerte en la Reserva de Peñarol y fue aceptado, siendo ese mismo año campeón de Tercera.

Comenzó a descollar el día mismo de su debut, en el Parque Lugano, contra el extinto River Plate F.C., y se dice que una vez finalizado el match fue levantado en andas por sus compañeros tras haber tenido una actuación memorable. Un golpe de suerte le ayudó a quedar como golero indiscutido del equipo aurinegro, pues cuando estaba listo para jugar en primera el club trajo a Antonio Marques Castro desde Dublín, a quien le fue muy mal en dos clásicos seguidos y allanó, de esta manera, el camino de Chery a la titularidad (1). Sin embargo esta alegría inicial tendría un cruel broche final pues el destino segó su vida poco años después.

Golero de Peñarol entre 1916 y 1919 (siendo campeón uruguayo en 1918) y arquero suplente de la selección Uruguaya de fútbol, a la sombra de bohemio Cayetano Saporiti (campeón de las Copas de 1916 y 1917), su vida acabó trágicamente durante la celebración de la tercera Copa América de 1919 organizada en Brasil. El torneo debió de celebrarse el año anterior pero fue pospuesto por la pandemia de gripe española que asolaba al mundo. Fue allí, el 17 de mayo de 1919, en el partido en el que el combinado uruguayo debía enfrentar a Chile, cuando el técnico Severino Castillo le otorgó a Chery la oportunidad de defender el arco celeste (2). Saporiti había atajado en el primer encuentro en el que Uruguay derrotó por 3-2 a Argentina pero el calor de Brasil no le estaba sentando nada bien. Uruguay saltó esa tarde al terreno de juego del estadio Laranjeiras del Fluminense, en Río de Janeiro, con una escuadra "temible": Roberto Chery; Manuel Varela, Alfredo Foglino, Rogelio Naguil, Alfredo Zibechi, José Vanzzino, José Pérez, Héctor Scarone, Carlos Scarone, Isabelino Gradín y Ángel Romano. Jugadores duchos en técnica y templanza, acostumbrados a ganar.

 

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Roberto Chery posando con Uruguay en el fatal partido ante Chile por la Copa América de 1919 (Fuente I A.U.F.).

 

El partido lo ganó Uruguay por 2-0 con goles de Carlos Scarone (31') y José Pérez (43') y durante el mismo Chery hizo gala de sus dotes como cuidapalos volando de poste a poste para evitar los goles rivales. Se comenta que en una de estas acciones, lo que era un gol inminente para el equipo chileno se convirtió en un corner, pero este esfuerzo le provocó a Chery una violenta caída al suelo. Crónicas de la época describían así la incidencia:

La multitud en las tribunas aplaudió la espectacular atajada del meta uruguayo, pero Chery no se podía levantar. Fue retirado del field; más las sombras rondan tras él… una hernia inguinal estrangulada, se decía en principio, era el problema.

Chery siguió jugando el encuentro sin, aparentemente, manifestar ningún dolor o molestia, incluso se dice que volvió a entrenar al otro día. El dolor tardó en manifestarse, lo hizo un lunes 26 de mayo, día en el que se levantó aquejado de fuertes dolores que obligaron a internarlo 24 horas después en un cuarto particular de la Casa do Saúde del Dr. Pedro Ernesto. A Roberto, muy querido por todos, le apodaban “El Poeta”, pues siempre ayudaba a amigos y conocidos redactando bellas palabras para "conquistar" a una joven. Un día después de la final del campeonato se decidió intervenirlo quirúrgicamente. Chery sufría desde hacía un tiempo de una hernia que se agravó a raíz del esfuerzo realizado en el partido contra Chile. Ese día, el viernes 30 de mayo, a las cuatro de la tarde, ingresó en el quirófano para ser operado por el Dr. José de Mendonça. Fuentes de la época dicen que salió bien de la cirugía, que se extendió durante 45 minutos, pero a las 19:45, Roberto, con 23 años, falleció, sin agonía y bajo los efectos del cloroformo, debido a una peritonitis.

Mientras tanto en Montevideo poco y nada se sabía pues los dirigentes uruguayos, a pesar de que informaban diariamente de su estado a la A.U.F. a través de telegramas, prefirieron mantener ajena la familia para no alarmarla. Es por eso que su muerte aumentó una sorpresa y estupor, que fue continental, en nuestro país.

 

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Velatorio de Roberto Chery (Fuente I Ovación Digital. Archivo El País)

 

El cadáver del footballer uruguayo fue velado durante toda la noche en el Pablellón Morisco de la Confederación Sudamericana por los miembros de la delegación uruguaya, representantes de la Confederación Brasileña de Deportes, Liga Metropolitana de Football, Federación Brasileña de Sociedades de Remo, la Asociación de Cronistas, representantes de las delegaciones argentina y chilena y gran número de deportistas. Luego, su cuerpo embalsamado fue transportado a Montevideo a bordo del vapor São Paulo corriendo con los gastos la Confederación Brasileña de Deportes. El plantel celeste, por su parte, partió a Montevideo en tren por expreso pedido de los jugadores, y el barco con Chery partió el miércoles 4 de junio arribando al puerto de la capital uruguaya el domingo 15 (3). Desde allí partió el cortejo a las 12:30. Miles de personas acompañaron a la comitiva fúnebre hasta las oficinas de la A.U.F., en donde se instaló la capilla ardiente. Los jugadores argentinos, que habían ido hasta Montevideo en el mismo vapor São Paulo, montaron una guardia de honor junto a los players uruguayos frente al féretro. Luego sus restos fueron llevados hasta la carroza mortuoria y un cortejo de cuatro cuadras de longitud acompañó su cuerpo hasta el Cementerio Central donde se le rindió un sentido homenaje con unos emotivos discursos de despedida. Los argentinos, que esa tarde volvieron a Buenos Aires en el Vapor de la Carrera, fueron vitoreados por todo el pueblo uruguayo, que les acompañó hasta la dársena del puerto para despedirles en agradecimiento por su solidaridad.

El martes 17 de junio, el cuerpo fue definitivamente trasladado al Cementerio del Buceo, donde fue enterrado en el Panteón 2127 cedido por los hermanos Aschero, fanáticos hinchas de Peñarol. Sin embargo hoy nada recuerda en donde está sepultado Chery, tan solo consta el registro administrativo, en el libro 21, de su entierro. Un héroe en una tumba sin nombre.

Los tintes trágicos de esta historia se agravaron por el hecho de que Chery no había querido despedirse de su familia cuando zarpó la delegación celeste rumbo a Río, pues según se comenta en el artículo de Referi "A 100 años de la desgracia de Chery, el único jugador que murió por Uruguay", de Marcelo Decaux, “Sus amigos comentaron que no tuvo el coraje de despedirse de sus padres (4) cuando partió el barco hacia Río. Tenía miedo de que se hubieran emocionado mucho al ver partir a su hijo que por primera vez realizaba un viaje y se alejaba un poco de ellos”.

 

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Panteón en donde se encuentra enterrado y registro de entrada de Roberto Chery en el Cementerio del Buceo (Fuente I Capturas de pantalla hechas del vídeo homenaje realizado por Cámara Celeste al jugador).

 

En lo deportivo, Uruguay defendía el título conseguido en Montevideo en 1917 y la selección siguió su camino triunfal hasta toparse en el partido final con los dueños de casa. El combinado celeste logró ponerse 2-0 (Isabelino Gradín a los 13' y Carlos Scarone a los 17') pero los brasileños lograron empatar el encuentro, lo que obligó a ir a una final que fue la más larga de la historia. Igualaron 0-0 y fueron a un alargue de 30 minutos, que mantuvo el score inamovible, por lo que jugaron 30 minutos más. El mítico Friedenreich fue quien le otorgó la victoria al conjunto locatario con un gol marcado a los dos minutos del tercer tiempo suplementario. Brasil conquistaba así su primera Copa América y su primer título histórico.

El pesar por tan funesto suceso fue de tal magnitud que Uruguay desistió disputar un partido previamente pautado contra Brasil por la Copa Rio Branco que debería jugarse días después en tierras brasileñas. Ante la deserción celeste, el domingo 1° de junio se decidió disputar entonces un partido entre Brasil y Argentina, poniéndose en juego la Copa “Roberto Chery”. Argentina jugó con la camiseta uruguaya y Brasil lo hizo con la de Peñarol, estrenando su primer título de campeón con la camiseta de un equipo uruguayo. Cosas de una era más caballeresca. Terminaron 3-3 y donaron la copa a los aurinegros. La recaudación, 1.200 pesos, fue para la familia del prematuramente fallecido arquero. En Montevideo, al siguiente domingo, hubo un clásico en el Parque Central que también se disputó en su honor y para recaudar fondos con los que ayudar a la familia de Chery. El partido fue ganado por el equipo aurinegro por 3-2 con dos goles dudosos que fueron cuestionados por ¡¡los jugadores de ambos equipos!! Los teams posaron en forma conjunta antes de disputar el match y la prensa destacó que el público en su conjunto aplaudió a los dos equipos, algo que ya resultaba inusual.

Años después de su muerte nacería un equipo con su nombre, como el Aniceto Camacho en donde el comenzó a jugar Chery, se llamó Club Atlético Roberto Chery y militó en la A.U.F. y la disidente F.U.F. entre 1922 y 1925. Según comenta Agustín Montemuiño en su imprescindible libro "Pasiones Desafiliadas":

La conmoción de la muerte de Chery y la necesidad de que su recuerdo perdurara, llevó a un grupo de jóvenes a fundar el Club Atlético Roberto Chery e inscribirlo para jugar en la Divisional Extra en el Torneo de 1922, para dicho torneo el equipo del Barrio Sur, contó en sus filas con Augusto Delacroix quien fuese jugador de Reformers y Peñarol en primera división.

Durante el cisma disputó los campeonatos de la F.U.F., invitado por Peñarol, llevando a cabo unos aceptables desempeños deportivos que lo situaron a mitad de tabla. En 1926, con el fútbol ya unificado, dejó de competir oficialmente y, continuando con la información del ya reseñado libro de Agustín:

(...) siguió su competencia a nivel amateur hasta alrededor de 1931 tanto en mayores como en menores (...) en 1948, el club intentó nuevamente afiliarse a la A.U.F., intención que no prosperó y quedaría alejado del fútbol oficial hasta la desaparición del club unos años después.

Para finalizar cabe destacar que Roberto Chery es el único futbolista caído en defensa de la celeste, si bien no es el único guardameta en morir como consecuencia de un partido. También lo hizo el arquero Humberto Erba, del desparecido club Belgrano en una gira por Perú y años después, en julio de 1932, durante la inaugural temporada del profesionalismo, el arquero del recién fundado River Plate, Federico Omar Saroldi, recibió un fuerte golpe en el partido "clásico" (5) que enfrentaba a su equipo con Central. Como consecuencia de este "encontronazo" fallecería a los pocos días después. La conmoción por este suceso fue tan grande que el equipo darsenero decidió homenajear su memoria cambiamdo el nombre de su estadio, Olimpia Park, poniéndole el nombre del malogrado guardameta.

 

 

 

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Notas:



1- Con Peñarol disputó diez clásicos, ganó cinco, empató cuatro y perdió uno, 1-0, con gol convertido por Carlos Scarone de penal.

2- Iba a ser su primer partido oficial con la celeste, más allá de que había jugado uno por la Copa Aldao ante los rosarinos.

3- Algunas fuentes citan el día 18 de junio como el del arribo del vapor al puerto de Montevideo.

4- Aparentemente la familia de Chery constaba de una madre y seis hermanos.

5- Es este un viejo clásico, enfrentando a los barrios vecinos de La Aduana por River Plate y Palermo por Central (Fuente I Wikipedia).

 

Fuentes consultadas:

 

1919. La más hermosa página de fraternidad (El Gráfico)

A 100 años de la desgracia de Chery, el único jugador que murió por Uruguay (Marcelo Decaux)

El arquero que murió por Uruguay: Roberto Chery y una atajada que le costó la vida (Luis Prats)


 


 

 

6- Uruguay en Vigo y gira preolímpica (1924)

 

La selección uruguaya de fútbol fue la primera selección extranjera en disputar un partido de fútbol en Europa. Lo hizo el 10 de abril de 1924 en Vigo, España, frente al Celta. El dato me lo proporcionó el periodista uruguayo Atilio Garrido y gracias al inestimable aporte del amigo gallego y rabioso fanático del Celta, Ruben Herruzo Silva, puedo hoy ofrecer texto e imágenes de muy difícil rastreo en Internet. Agradezco enormemente el aporte de este valioso material y recomiendo visitar el sitio partidario del Celta que administra Ruben http://historiadoceltadevigo.net/ y su hueco celeste en Facebook.

El 7 abril de 1924, la selección de Uruguay llegaba a Europa para disputar una serie de partidos amistosos de carácter preparatorio para la olimpiada de París, donde se alzaría con el oro olímpico. Vigo sería su primer destino, adonde llegaría a bordo del buque francés “Desirade”, para disputar dos partidos amistosos frente al Celta de Vigo.

La expedición uruguaya estaba compuesta por los porteros Andrés Mazali y Pedro Casella. Los defensas, Fermín Uriarte, Padro Arispe, Humberto Tomassina y José Nasazzi. Los medios, Pedro Zignone, José Vidal, Alfredo Zibechi, Alfredo Ghierra y Leandro Andrade. Y los delanteros, Santos Urdinarán, José Naya, Héctor Scarone, Ángel Romano, Pedro Petrone, Domingo Etchegoyen, Zoilo Saldombide, Pedro Cea y Pascual Somma. Les acompañaban el masajista Ernesto Fígoli, el delegado D. Asdrúbal Castro, estudiante de Derecho y miembro del Consejo Superior de la Asociación Uruguaya de Fútbol y el árbitro uruguayo Ángel Minoli.


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El equipo uruguayo en Vigo.



Los precios de las entradas para ver los partidos entre el Real Club Celta y la Selección de Uruguay eran los siguientes: Palcos, ocho entradas, 57,60 pesetas. Silla de palco, 7,20 pesetas. Silla, 6,40 pesetas. Grada, 5,60 pesetas y General, 2,40 pesetas. Los socios del Celta canjearon su recibo en las oficinas del club por una entrada para dichos partidos. El partido del día 10 se disputó a las 16:00 hs. y los comercios de Vigo permanecieron cerrados hasta las 18:00, para que toda la ciudad pudiera disfrutar de ese gran día de fiesta.

En ese primer encuentro, celebrado en el Campo de Coia, los uruguayos ofrecieron un verdadero espectáculo de fútbol y deportividad, consiguiendo el triunfo por 0-3.

El segundo partido, jugado el domingo 13 de abril, sería también para Uruguay, que venció a los celestes gallegos por un contundente 1-4. La muestra del gran ambiente de fraternidad y deportividad que se vivió durante esos días tuvo su reflejo en el propio terreno de juego. En el partido jugado el domingo, uno de los jugadores del Celta lanzó fuera un penalti deliberadamente, al considerar que la decisión del árbitro había sido injusta.

El periodista y gran cronista vigués Manuel de Castro, "Handicap", dejó escrito para la historia que "Por los campos de Coia, pasó una ráfaga olímpica…”. Gran aserto fue el de este periodista, dado que en Vigo, Uruguay comenzaba a cimentar una historia rica en triunfos y logros únicos para un país de sus características.

Según se comenta en "El enganche", en 1923 Uruguay fue campeón del Campeonato Sudamericano y este éxito obligó a Don Atilio Narancio, el denominado “Padre de la Victoria” y por entonces Delegado de Nacional, a cumplir su promesa. Y es que Don Atilio había prometido que si eran campeones sudamericanos concurrirían a las Olimpiadas de París. No fue una tarea fácil, Uruguay no tenía afiliación olímpica y la Asociación no tenía fondos pero Narancio hipotecó su casa y confió ciegamente en las posibilidades de los también conocidos como los líricos muchachos del “Mariscal”. Junto a EEUU, los celestes eran las únicas dos selecciones de ultramar que disputaban aquella Olimpiada y la ganaron de manera impecable, saliendo victoriosos en todos sus encuentros.

A continuación se ofrece una galería de fotos de aquellos lejanos días en los que el mundo aún no conocía a Uruguay.

 

 


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La Gira preolímpica


"Ráfaga olímpica" es un artículo escrito en junio de 2012 por el Sr. Italo Moreno, miembro del Centro para la Investigación de la Historia del Fútbol (C.I.H.F.), en el cual, con amplia y amena documentación, se relatan los nueve encuentros que el combinado nacional uruguayo realizó previa obtención del título olímpico de 1924. A continuación tienen el artículo que he modificado mínimamente y al cual he añadido material gráfico ilustrativo.

A 84 años de la última medalla de oro, obtenida por el seleccionado de fútbol uruguayo en Amsterdam en 1928, los “celestes” regresan a un juego olímpico, en este caso a Londres 2012, para defender su invicto en las olimpiadas. Cuatro años antes habían logrado el oro, en París 1924, hecho histórico para el fútbol sudamericano. En aquel momento el seleccionado uruguayo realizó una gira previa, algo nunca antes acaecido en Europa y toda una aventura para la época.


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El buque francés "Desirade", que transportó al combinado celeste a Europa.



Repasemos la cronología de los partidos de aquella gira de los uruguayos por tierras españolas, en la primavera de 1924.

El Presidente de la Asociación Uruguaya de Fútbol, Dr. Atilio Narancio, ante un nuevo desafío por la disputa de la Copa América a realizarse en Montevideo en 1923, prometió al plantel celeste que si obtenían dicha copa, al año siguiente viajarían a las Olimpiadas de París. Uruguay ganó aquel torneo y la promesa fue cumplida.

Llegada la fecha de viajar a Francia hubieron que sortear dificultades, primero fue conseguir las finanzas para los gastos de pasajes y estadía en el viejo continente, y segundo, la confirmación del Comité Olímpico Uruguayo en autorizar la representación en París. El Dr. Narancio hipotecó una de sus propiedades para terminar de financiar el viaje. La otra dificultad era mas engorrosa, recordemos que el fútbol uruguayo se encontraba dividido en dos entes desde 1922, cuando los clubes Peñarol y Central disputaron encuentros en la ciudad de Buenos Aires (Argentina) frente a clubes de la liga disidente (Asociación Amateur de Fútbol), los estatutos de la AUF no autorizaban a los clubes a jugar partidos ante equipos que integraban la AAF y ante ello, descalificó a ambos clubes. La crisis entonces se profundizó, los dos equipos conjuntamente con otros clubes decidieron formar otra liga de fútbol paralela, llamada Federación Uruguaya de Fútbol y recién en 1925 se reunificarían ambas entidades.

La Asociación Uruguaya de Fútbol se afilió a FIFA en 1923. Llegado el año 1924 el Comité Olímpico Uruguayo (C.O.U.) intentaba que la representación del fútbol fuera total, o sea que estuviera integrada con jugadores de ambas entidades. La oficial estaba vinculada con la Asociación Argentina y ésta a su vez con la inglesa, eso le daba su respaldo ante la F.I.F.A. que no aceptó la intervención del C.O.U. Ante la proximidad del viaje, la A.U.F., a través del Comité de selección, se decidió a nominar el plantel que viajaría a las olimpiadas.

A todo esto la A.U.F. había enviado a Europa al delegado Sr. Casto Martínez Laguarda para que se encargara de realizar una gira previa a los Juegos y obtener así más recursos para la estadía, alojamiento y comida de la delegación uruguaya. La confirmación de nueve partidos en España confirmó la partida, cuyo itinerario comprendía partidos en Vigo, La Coruña, Bilbao, San Sebastián y Madrid.

El 16 de marzo de 1924, a bordo del buque “Desirade”, partió hacía el Viejo Continente el plantel del seleccionado nacional uruguayo, integrado con los siguientes futbolistas: Andrés Mazzali y Pedro Casela, como arqueros; José Nasazzi, Humberto Tomassina, Fermín Uriarte, José Leandro Andrade, Pedro Arispe, José Vidal, Alfredo Zibecchi, Pedro Zingone y Alfredo Ghierra, como defensas y de mediocampo; los delanteros José Naya, Pascual Somma, Héctor Scarone, Pedro Petrone, Pedro Cea, Pedro Etchegoyen, Santos Urdinarán, Zoilo Saldombide y Ángel Romano. Además acompañaba la delegación el masajista Ernesto “Matucho” Fígoli, el árbitro Ángel Atilio Minoli y como delegado de la A.U.F., el Sr. Asdrúbal Casas, luego en España se uniría el Sr. Martínez Laguarda; y en París el Dr. Enrique Buero.


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Partido contra el Celta de Vigo en Coia.



Por otra parte también acompañaban esta delegación dos periodistas, uno del periódico “El Día” de Montevideo, el Sr. Lorenzo Batlle y Carlos Quijano, de la revista “Actualidad”. Ellos informaron del viaje a Europa, teniendo el privilegio de comentar para sus respectivos medios la gira del primer equipo de fútbol sudamericano a ese continente.

Mientras la delegación se encontraba en viaje, las cosas en Montevideo entre la Asociación y el Comité Olímpico uruguayo no eran buenas dado que el Comité Olímpico Internacional desaprobó todo lo actuado por el organismo uruguayo (C.O.U.), ordenando su disolución. La F.I.F.A. argumentó que reconocía a la Asociación, de esta forma Uruguay quedó inscripto para disputar los Juegos Olímpicos de París. Desde Montevideo los dirigentes, por telegrama, enviaron a la delegación la inscripción cuando estos se encontraba en la ciudad de Dakar, escala previa al continente europeo. La noticia fue recibida con total algarabía por parte de jugadores y delegados.

El lunes 7 de abril de 1924 arribó al puerto de la ciudad de Vigo el seleccionado uruguayo de fútbol, siendo recibidos cálidamente por autoridades locales y público en general. El primer partido se jugó en el campo de Coia, el 10 de abril, ante una multitud para la época, calculada en 4.000 personas a pesar de ser un día lluvioso. El árbitro de éste primer partido frente al Real Club Celta fue el uruguayo Ángel Atilio Minoli y sus colaboradores elegidos como líneas, fueron uno gallego y el otro uruguayo. El Real Club Celta vistió de camiseta roja e integró con Manuel Lilo Rodríguez, Juanito Clemente (capitán) y Luis Casas Pasarín; Balbino Clemente, Gallego y Jacobo Torres; Luciano Reigosa, Ramón González, José Chiarroni, Ramón Polo y Correa. Ramón Gonzáles y Chiarroni, pertenecientes al Deportivo de La Coruña, participaron como invitados.

Por su parte el seleccionado uruguayo formó con Andrés Mazzali, José Nasazzi (capitán) y Fermín Uriarte; Leandro Andrade, José Vidal y Alfredo Ghierra; Santos Urdinarán, Héctor Scarone, Pedro Petrone, Pedro Cea y Pascual Somma. El resultado final fue Uruguay 3 Celta 0, habiendo marcado los goles para los sudamericanos Petrone, Cea y Urdinarán. Una de las incidencias a destacar fue la del jugador del Celta Gallego, que se retiró del partido indispuesto, siendo suplantado minutos mas tarde por Gisleno.

Por los campos de Coia pasó ayer una ráfaga olímpica…fue una frase acuñada por el periodista Manuel de Castro, del “Faro de Vigo” que además agregó…hemos visto jugar a los sudamericanos. ¡Y como juegan…! El equipo olímpico del Uruguay ha maravillado a la afición gallega que fue a Coia…No fue el único comentario, el resto de la prensa de Vigo no escatimó elogios para los uruguayos.

Un nuevo partido pautado para el 13 de abril se llevó a cabo otra vez en el campo de Coia ante el Celta, que jugó con un equipo similar al partido anterior, con el único cambio de Viñas, del Eiriña F.C. de Pontevedra por el lesionado Gallego. Como árbitro participó el conocido por la afición viguesa, señor Pepe Bar, siendo sus colaboradores el uruguayo Atilio Minoli y el gallego Malvido.


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La selección celeste y el Celta de Vigo.



Formó el Celta con Manuel Lilo Rodríguez, Juanito Clemente (capitán) y Luis Casas Pasarín, Balbino Clemente, Viñas y Jacobo Torres; Luciano Reigosa, Ramón González, José Chiarroni, Ramón Polo y Correa. El seleccionado uruguayo también realizó variantes con respecto al partido pasado y alineó a Andrés Mazzali, José Nasazzi (capitán) y Humberto Tomassina; Leandro Andrade, Alfredo Zibecchi y Alfredo Ghierra; José Naya, Pedro Petrone, Héctor Scarone, Pedro Cea y Zoilo Saldombide.

Uruguay ganó 4 a 1 con goles de Petrone en dos oportunidades, Saldombide y Cea, descontando el capitán “céltico” Juanito de penalti. En el transcurso del partido Juanito había pateado otro penalti, este afuera de manera deliberada, como consigna “El Diario de Pontevedra”. Bar había pitado la infracción y los uruguayos protestaron: …Juancito galantemente tira el penalti para la línea lateral. El público se divide y acepta esta cortesía. En general se lamenta que no haya sido ejecutado. Nosotros creemos que tienen razón los que piensan así. El penalti es una jugada como cualquier otra y debe ejecutarse siempre.

Además “El Mundo Deportivo” a través de su corresponsal indica que el Celta falló otro penalti, seguramente en referencia a éste hecho. De ésta forma se despidieron de la afición gallega los uruguayos, partiendo al día siguiente hacia Bilbao, donde también tenían dos partidos previstos. Mientras tanto, el 17 de abril, se llevó a cabo el sorteo de la Comisión de París, donde los uruguayos se enteran de la fecha del debut (26 de mayo). Su rival, en primera instancia, era Yugoslavia; un día antes jugarían España e Italia.

Siguiendo con la gira uruguaya, el 20 y 21 de abril juegan frente al Athletic de Bilbao; el periódico “El Mundo Deportivo” titula: Los uruguayos continúan…pero la impresión causada en Bilbao no es tan soberbia como la causada en los matchs de Vigo. Uruguay vence al “Athletic” en sus dos juegos, 2 a 1 y 2 a 0.

Para el primer partido, jugado en San Mamés, el equipo local formó con Manuel Vidal Hermosa, Ángel María Rousse Gerequiz y Alberto Duñabeitia de la Mota; “Pacho Belauste” Francisco Belausteguigoitia Landaluce, José María “Belauste” Belausteguigoitia Landaluce y José Legarreta Abaitua; “Cantolla” Manuel García Lavín, José María Laca Salcedo, Jesús Larraza Renovales, Lorenzo Larracoechea González y Domingo Gómez-Acedo Villanueva. Por su parte Uruguay formó con Andrés Mazzali, José Nasazzi (capitán) y Fermín Uriarte, Leandro Andrade, José Vidal y Alfredo Ghierra; Santos Urdinarán, Héctor Scarone, Pedro Petrone, Pedro Cea y Zoilo Saldombide. El árbitro del encuentro fue el uruguayo Atilio Minoli, que no tuvo una buena tarde, mostrando una gran falta de imparcialidad, castigando a los del “Athletic” con faltas inimaginables, según comentarios de la prensa.

A los 16 minutos abrió en marcador Larraza, para los bilbaínos, y con el resultado de 1 a 0 finalizó el primer tiempo. En el segundo tiempo Uruguay empata por intermedio de Cea, (El Mundo Deportivo dice que fue tiro de Andrade); el segundo gol lo hizo Petrone a falta de pocos minutos para finalizar el juego.También hubo disconformidad en el público, por considerar que “Perucho” Petrone estaba en offside.

 

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Partidos contra el Athletic de Bilbao


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Para el segundo encuentro, llevado a cabo al día siguiente, los bilbaínos, ante algunas bajas, solicitaron refuerzos, es por ello que aquella tarde el Athletic formó con Manuel Vidal Hermosa; Pedro Vallana Jeanguenat del Arenas de Guecho e internacional y Ángel María Rousse Gerekiz; Pefra, del Racing de Santander, Jesús Larraza Renovales y José Legarreta Abaitua; José Antonio Aguirre Lecube, Irizar Eizaguirre, Lorenzo Larracoechea González, Ibairriaga y Domingo Gomez-Acedo Villanueva.Por su parte el seleccionado uruguayo, también con varios cambios, formó con Andrés Mazzali, José Nasazzi (capitán) y Humberto Tomassina, Pedro Zingone, José Vidal y Alfredo Ghierra; Santos Urdinarán, Pedro Petrone, Pedro Etchegoyen, Pedro Cea y Zoilo Saldombide. El árbitro fue Pelayo Serrano de la Mata, los bilbaínos no estuvieron a la altura del juego anterior, reflejado el dominio sudamericano en el resultado a favor de éstos por 2 a 0, ambos goles marcado por Petrone en el segundo tiempo (algún medio de prensa indica a Etchegoyen como autor del primer tanto).

Es de destacar lo escrito por el periodista “Castrillejos” en “El Mundo Deportivo” luego de éste segundo partido en tierras vascas.

… a pesar de la victoria uruguaya, la impresión en Bilbao es de que el equipo sudamericano no tiene grandes probabilidades de triunfo en París, estimándose que el “Athletic” completo lo vencería. En momentos de apuro recurren los uruguayos a grandes recursos. Es admirable su entusiasmo por vencer. La impresión causada hoy por el once uruguayo es semejante a la trasmitida ayer (en referencia al primer partido del día anterior).

La “tournee” uruguaya continuó en San Sebastián. Los uruguayos siguen haciendo victoriosas exhibiciones, tituló el periódico “El Pueblo Vasco”, luego de ganarle a la Real Sociedad por 2 a 0. Ese domingo 27 de abril, en el campo de juego de Atocha, con un público numeroso y sin estar a pleno las gradas, los donostiarras, de camisetas blancas, se presentaron con Agustín Eizaguirre Ostolaza, Luis Beguiristain Echeverría y Tomás Galdós Uzcanga; Matías Aranzábal Arocena, Celestino Olaizola Minondo y José Portu; Antonio Juantegui Eguren, José Trino Aizcorreta Sein, Luis Ortiz de Urbina, Marcelino Gálatas Rentería y Mariano Yurrita Llorente. Uruguay contó con Andrés Mazzali, José Nasazzi (capitán) y Pedro Arispe, Pedro Zingone, Alfredo Zibecchi y Humberto Tomassina; José Naya, Héctor Scarone, Pedro Etchegoyen, Pedro Cea y Pascual Somma. El árbitro fue el señor Cesáreo Ezcurdia, del Colegio Guipuzcoano y como líneas actuaron dos jugadores de la Real Sociedad, Antonio Arrillaga Eizaguirre y Fernando Rosales.

Los goles del equipo celeste fueron marcados en el segundo tiempo por Etchegoyen y Cea a los 25 y 33 minutos respectivamente. En los minutos finales del partido se lesionó Portu, pasando Trino a su puesto y entrando en el ataque Rosales. Para este partido el seleccionado uruguayo jugó con muchos suplentes dado lo desgastadora de la gira. El público ovacionó a los celestes que fueron mas aplaudidos que los de su propia casa al finalizar el partido. Destacando el espíritu amistoso, dejaron una agradable impresión.

Nuevo destino por tierras españolas para los celestes, esta vez regresaban a Galicia, más precisamente a La Coruña, para enfrentar al Real Club Deportivo. Con mucha expectativa se aguardaba al seleccionado celeste para los dos partidos programados (2 y 4 de mayo) frente al Deportivo. Es por eso que el campo Centro Deportivo Riazor estuvo repleto de público. El arbitro del primer match fue Félix de Paz, el Deportivo salió al campo de juego con Mulero, Luis Otero Sánchez-Encinas y Abelardo; Redondela, Manuel Rivera Martorell (del Racing de Ferrol) y Viñas; Leonardo, Ramón González Figueroa, José Chiarroni Pazos, “Cancela” Manuel Fernández Fernández y Alonso. Por el lado de Uruguay saltaron al campo Andrés Mazzali, José Nasazzi (capitán) y Fermín Uriarte, Leandro Andrade, José Vidal y Alfredo Ghierra; Santos Urdinarán, Héctor Scarone, Pedro Petrone, Pedro Cea y Zoilo Saldombide. Petrone logra marcar el primer gol en evidente offside, logró Chiarroni el empate, finalizando el primer tiempo con el público satisfecho por lo realizado por ambos equipos. Una vez comenzado el segundo tiempo, Alonso pone nuevamente en ventaja al Deportivo, pero inmediatamente Cea consigue el empate para los uruguayos. Scarone marca el tercer gol celeste, resultado que no se modificó. Uruguay 3 Deportivo 2.

El 4 de mayo el Riazor está repleto para un nuevo juego entre el Deportivo y los sudamericanos y Uruguay gana 2 a 1. Los equipos formaron de esta forma: Deportivo, Mulero, Luis Otero y Abelardo; Redondela, Manuel Rivera y Viñas; Tolete, Ramón González, José Chiarroni, Cancela y Alonso. Uruguay, Andrés Mazzali, José Nasazzi (capitán) y Pedro Arispe, Leandro Andrade, Alfredo Zibecchi y Alfredo Ghierra; Héctor Scarone, Pedro Petrone, Pedro Etchegoyen, Pedro Cea y Angel Romano. El árbitro del juego fue el uruguayo Atilio Minoli, resultando fundamental para el triunfo de sus compatriotas al decir de la prensa y público asistente, pues no reparó en decisiones que favorecieron a los “celestes”. Así fue, ya que parte del público abucheó y reprobó, además de agredir al árbitro y jugadores uruguayos al término del partido.

(Minoli)…"tiró abiertamente” en favor de los uruguayos dejándose en casa la suficiencia y la imparcialidad…Al arbitraje se debe el resultado del domingo, que pudo ser una victoria para el “Deportivo”, o por lo menos un empate (Mundo Deportivo). Por su parte La Vanguardia dijo: Al final del partido, que resultó animadísimo, promovióse entre algunos aficionados del público un fuerte escándalo, repartiéndose bastonazos y bofetadas. Intervino la policía, restableciéndose el orden. El resultado del partido ha sido comentadísimo.

El “Ideal Gallego” del 5 de mayo de 1924 dice del arbitraje: Mientras Félix de Paz (juez del partido anterior), sin ninguna clase de título, hizo un arbitraje correcto, el hecho por el arbitro nacional del Uruguay señor Mignoli (Minoli), fue reproducción del que dicen hizo en Bilbao. Uno de los arbitrajes mas desdichados de lo que hemos visto y que dió lugar a incidentes previstos, pero que somos los primeros en condenar.

Con respecto a los goles, a los cuatro minutos ya ganaba el Deportivo 1 a 0 con gol de Tolete, los uruguayos empataron dos minutos antes de finalizar el primer tiempo con gol en offside (destaca la prensa) por intermedio de Etchegoyen según consta algunos medios uruguayos (“Ideal Gallego” informó que fue Petrone). Para el segundo tiempo el juego fue muy violento ante la pasividad del árbitro, el gol de la victoria del seleccionado sudamericano lo marcó Romano minutos antes de finalizar el partido. Se destacaron en el juego Ramón y el olímpico Luis Otero y por el lado uruguayo Andrade.

El final de la gira programada fue con dos partidos en la capital española, el primero de ellos con el Atlético el 11 de mayo.


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Imágenes del 4-2 contra el Atlético de Madrid. Arriba los jugadores uruguayos saludan al público. Abajo ambos capitanes Pololo y Nasazzi) antes de empezar el partido junto al árbitro, Santiago Bernabéu.



Selección uruguaya 4 tantos; mezclilla madrileña 2 tantos.- ¡Por fin vimos jugar a los uruguayos en Madrid!
, escribió el “ABC” luego del partido. Este titular nos da la idea de que fue casi un seleccionado, reforzados los del Atlético por jugadores del Real Madrid y de Real Unión de Irún, el que jugara contra Uruguay. Con bastante público, calculado en 20.000 personas y con la presencia de S.M. el Rey Alfonso XIII y el Ministro del Uruguay presentes en el Stadium Metropolitano los equipos formaron así; Atlético de Madrid con: Cándido Martínez, Miguel Durán Terry Pololo (capitán) y Alfonso Olaso, Burdiel, Adolfo Mengotti y Marín, José María Muñagorri, Monchín Triana, José Luis Zabala, René Petit y Luis Olaso. Uruguay alineó a Andrés Mazzali, José Nasazzi (capitán) y Fermín Uriarte, Leandro Andrade, José Vidal y Alfredo Ghierra; Santos Urdinarán, Héctor Scarone, Pedro Petrone, Pedro Cea y Angel Romano. El árbitro del encuentro fue Santiago Bernabéu, que lo hizo discretamente según consigna “El Mundo Deportivo”, en cambio “El Heraldo de Madrid” escribió que hizo un arbitraje perfecto, salvo en la jugada del penalti. Según “La Voz de Madrid” también lo hizo bien y para “Madrid Sport”, muy bien.

El primer tiempo finalizó 1 a 1, goles marcados por Petrone a los 23 minutos y Muñagorri para el equipo «colchonero» a los 36´. En el segundo tiempo Cea puso el segundo gol uruguayo, empató Pololo de penalti, que fue protestado por el público por creerlo inexistente; aumentando nuevamente Scarone, cerrando el 4 a 2 nuevamente Petrone. Diferentes medios de prensa refieren a que los autores de los goles del Atlético fueron Muñagorri y Zabala de penalti. Durante el descanso del partido se realizaron dos cambios en el Atlético, Manzanedo por A. Olaso y Andrés Sánchez Tudurí por Ramón Triana, éste se retiro lesionado.

Es un gran equipo (selección uruguaya), de lucido juego, y que gustará donde se presente…escribió el periodista “Rubryk”, luego, haciendo análisis de los jugadores locales, dice que Martínez estuvo ¡sencillamente colosal! 10 o 12 goles si llega a flaquear, no había quien los quite… destaca a René, Mengotti y Burdiel, el resto ¡puff!; en cuanto a los autores de los goles del Atlético, dice éste periodista que ambos fueron marcados por Zabala, el segundo de penalti. Es interesante lo que escribió el periodista Sr. Domingo en “La Vanguardia”, en su análisis sobre el seleccionado uruguayo.

No creemos al equipo uruguayo como coco de la próxima Olimpiada, pues en técnica y brío es inferior al checoslovaco, al danés, al húngaro y a otros muchos. Su clase de juego es parecida al holandés, pero también consideramos al seleccionado nacional de Holanda, superior al uruguayo… En cuanto a su valor comparado con el once nacional español, creemos que por su inferioridad no debe ni compararse. Es más: creemos que en España, pueden formarse tres o cuatro selecciones capaces de batirle, como así mismo creemos que sería batido por los primeros equipos de los clubs Athletic de Bilbao y Barcelona F.C.

Al cierre de la nota finaliza con el anuncio de un nuevo partido entre los uruguayos y una selección de jugadores olímpicos españoles.

El 15 de mayo los uruguayos jugaron su último partido de la gira por España, esta vez frente a Racing Club de Madrid, reforzado por otros jugadores españoles. Se jugó en el Stadium Metropolitano (18.000 espectadores) y a las órdenes del árbitro Ezequiel Montero, los equipos formaron de ésta manera: Racing Club (Camiseta roja y negra) Ricardo Zamora, Herminio Martínez y Nicolás, Francisco Gamborrena, René Petit y Gonzalo; Caballero, Ricardo Alvarez, José Luis Zabala; Juan Armet Kinké y Luis Olaso. (Un medio de la prensa indica que jugó Serra, en lugar de Gonzalo). Solamente tres jugadores eran del Racing, Gonzalo, Caballero y Nicolás, el resto pertenecían al Sevilla, el Real Unión Club de Irún, y R.C.D. Español.

El seleccionado uruguayo formó con Andrés Mazzali, José Nasazzi (capitán) y Fermín Uriarte, Leandro Andrade, José Vidal y Alfredo Ghierra; Santos Urdinarán, Héctor Scarone, Pedro Petrone, Pedro Cea y Angel Romano. Uruguay ganó 3 a 1 con goles de Petrone, en dos oportunidades (11´ y ?) y Scarone (18´) habiendo descontado Ricardo (25´) para los rojinegros. Kinké malogró un penalti que fue contenido por Mazzali. Zamora se mostró molesto por los dos centrales, por errores que permitieron a los delanteros uruguayos marcar, tuvo mucho trabajo para evitar otros tantos.

El Seleccionado nacional uruguayo cerró así su gira por España. Mañana salen a París, dispuestos a disputar a los equipos europeos la supremacía en el fútbol. (El Mundo Deportivo)

Lo sucedido en las Olimpiadas de París es un capitulo aparte, solo cabe recordar que el seleccionado uruguayo derrotó a Yugoslavía, Estados Unidos, Francia, Holanda y Suiza y regresó a Montevideo con la medalla de oro.

 

 

La Gira

Lugar y fecha
Rival
Resultado
Vigo, 10/04 Celta de Vigo
3-0
Vigo, 13/04 Celta de Vigo
4-1
Bilbao, 20/04 Athletic de Bilbao
2-1
Bilbao, 21/04 Athletic de Bilbao
2-0
San Seb., 27/04 Real Sociedad
2-0
La Coruña, 02/05 Deportivo La Coruña
3-2
La Coruña, 04/05 Deportivo La Coruña
2-1
Madrid, 11/05 Atlético de Madrid
4-2
Madrid 15/05 Racing Club Madrid
3-1

 

 

Resumen

PJ
PG
PE
PP
GF
GC
DIF
9
9
0
0
25
8
17

 

 

Bibliografía consultada:

La Olimpiada de París de 1924 - “Informe de la delegación de la AUF- Memoria y finanzas”, La Crónica Celeste.- Luis Prats, Diez décadas de Gloria.- Ricardo Lombardo, Historia de Nacional.- Franklin Morales, 110 Años de Gloria celeste.- DVD. Diario El País de Montevideo (Uruguay), Libro de Oro “Corazón Celeste”. Publicación Oficial de la AUF 2010, Cuadernos del Fútbol Nª 17 .- A propósito de Zabala. Revista Oficial del CIHEFE, Hemerotecas digitales, de la prensa española, destacadas en el texto.

Páginas web: www.auf.org.uy, www.cou.org.uy, www.futbolteca.com, www.colchonero.com; www.fotolog.com/celta_retro

El autor quiera hacer constar su especial agradecimiento a Javier Bravo Mayor, Luis Prats y Nelson Derikrava Varga, por sus aportes para este informe. Particularmente quiero agradecer el aporte de nuestro Corresponsal para Uruguay y Brasil y Proveedor gráfico e informativo, Gustavo Castro Rosa (alegus1992@yahoo.es) por las fotos referentes a los enfrentamientos de Uruguay contra el Athletic de Bilbao.

 

 

 

 

 

7- El origen de la "Vuelta Olímpica" (1924)

 

La tan famosa Vuelta Olímpica, tradicional festejo de los vencedores, es una costumbre que también legó el fútbol uruguayo al rico acervo de ritos y costumbres de este deporte. Al principio de la competición y a pesar de su exitosa gira por España, el equipo uruguayo, una selección rara, exótica para los europeos de aquella época y proveniente de un país desconocido por muchos, no era tomada como seria candidata al título. El diario francés Le Temps incluso publicó, en un tono paterno-colonialista, que: Nos apena que sean tan torpes estos jóvenes sudamericanos. Han venido desde tan lejos y tendrán que volverse después del primer partido.

Pronto los resultados comenzaron a desmentir su injustamente impuesta condición de "cenicienta" de la competición. El debut del equipo celeste fue demoledor para el rival. El 26 de mayo venció a Yugoslavia 7-0. Tres días después, el 29 de mayo le llegó el turno a Estados Unidos que cayó 3-0 ante la enorme concurrencia que la sensación sudamericana comenzaba a congregar. La prensa francesa pronto cambió de opinión y se deshizo en elogios para el juego de los uruguayos. Tras ello sobrevino la gran sorpresa, el 1 de junio el equipo local y favorito enfrentó a Uruguay y fue vencido por un inapelable 5-1.

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El equipo uruguayo saluda al público tras proclamarse campeón olímpico. Es la primera "Vuelta Olímpica" de la historia.


Los jugadores Scarone, Nasazzi y particularmente el "Negro" Andrade, quienes estuvieron también presentes cuatro años más tarde en la cita olímpica y luego en 1930 durante el primer Campeonato Mundial en Montevideo, fascinaron al público. Cabe destacar que Andrade fue el primer jugador apodado "La Perla Negra", siendo Pelé el segundo. Los uruguayos se ganaron el afecto de la afición parisina con su victoria por 2-1 ante Holanda el 6 de junio en uno de los dos partidos de semifinales. La victoria fue emocionante y llena de drama, ya que los celestes ganaron "de atrás", remontando un tempranero gol de los holandeses. Uruguay comenzó desde entonces a mostrar su ahora legendaria "Garra Charrúa" y con un juego recio salió y obtuvo un triunfo peleado casi a muerte, llegando así a la final contra Suiza. Holanda presentó una protesta oficial para anular el partido argumentando que el árbitro, el galo Georges Vallat, había favorecido a los uruguayos al permitirles su juego brusco. El reclamo fue rechazado de inmediato y Uruguay llegó así a la final. Pero antes de que se jugara el partido, hubo otra controversia. Los organizadores del certamen habían designado de antemano a un árbitro holandés para el partido, lo que fué rechazado por los uruguayos. Los directivos charrúas temían que su victoria ante Holanda en la semifinal podía influenciar al juez en su contra en la final. Para apaciguar los ánimos de los sudamericanos, el Comité Olímpico hizo un sorteo y sacó de un sombrero el nombre del árbitro de la final, el francés Marcel Slawick, que dirigió el partido por la medalla de oro sin mayores contratiempos.

La ansiada final se disputó el 9 de junio de 1924 en París y fue presenciada por más de 60.000 aficionados en el "State de Colombes". Otras 5.000 personas se quedaron sin poder entrar y protagonizaron una batalla campal a las puertas del mismo, lo que produjo un saldo de cientos de heridos. Uruguay ganó 3-0 con goles de Petrone, Cea y Romano conquistando así el combinado uruguayo el primero de los dos oros olímpicos de su historia. Tras la ceremonia de coronación, y luego de que sonara el himno nacional uruguayo, los flamantes campeones olímpicos comenzaron a desfilar alrededor del campo de juego y frente a las tribunas, saludando a los espectadores que los aplaudían y les tiraban flores. Ellos devolvían las gentilezas, se abrazaban y lloraban de emoción mientras completaban una vuelta al estadio. Sin saberlo, habían creado la Vuelta Olímpica.

 

 


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Integraron la delegación celeste J. Leandro Andrade, Pedro Arispe, Pedro Casella, Pedro Cea, Luis Chiappara, Pedro Etchegoyen, Alfredo Ghierra, Andrés Mazali, José Nasazzi, José Naya, Pedro Petrone (a la postre goleador del certamen con siete dianas), Angel Romano, Zoilo Saldombide, Héctor Scarone, Pascual Somma, Humberto Tomassina, Antonio Urdinarán, Santos Urdinarán, Fermín Uriarte, José Vidal, Alfredo Zibechi y Pedro Zignone bajo la dirección técnica de Ernesto Fiígoli. Nueve partidos jugados y nueve ganados. Veinte goles a favor y sólo dos en contra comenzaron a cimentar la fama futbolística celeste. Cuenta Eduardo Galeano en su libro "El fútbol a sol y sombra":

Fue un proceso imparable. Como el tango, el fútbol creció desde los suburbios... Lindo viaje había hecho el futbol: había sido organizado en los colegios y universidades inglesas, y en América del Sur alegraba la vida de gente que nunca había pisado una escuela.

En las canchas de Buenos Aires y de Montevideo, nacía un estilo. Una manera propia de jugar al futbol iba abriéndose paso, mientras una manera propia de bailar se afirmaba en los patios milongueros. Los bailarines dibujaban filigranas, floreándose en una sola baldosa, y los futbolistas inventaban su lenguaje en el minúsculo espacio donde la pelota no era pateada sino retenida y poseída, como si los pies fueran manos trenzando el cuero. Y en los pies de los primeros virtuosos criollos, nació el toque: la pelota tocada como si fuera guitarra, fuente de música.

Como curiosidad cabe agregar que el club uruguayo Defensor Sporting tiene la costumbre de realizar la vuelta olímpica al revés, es decir en sentido horario, cada vez que obtiene un campeonato. Esta tradición se originó en 1976 cuando el club salió campeón uruguayo y dio la vuelta olímpica en sentido contrario, desafiando la tradición. Esa fue la primera vez en la historia del fútbol profesional en Uruguay que un club de los denominados "chicos" (es decir, ni El Club Nacional de Fútbol ni el Club Atlético Peñarol) ganaba el campeonato. Cabe aclarar que también se cree que fue un gesto en contra del gobierno dictatorial que gobernaba el Uruguay en aquel entonces.

 


Fuentes I La Nación, Wikipedia, Esquina Montevideo y Uruguay Educa

 

 

 

 

 

8- El origen del "Gol Olímpico" (1924)

 

El origen del tan inusual y bello "gol olímpico" se remonta al 2 de octubre de 1924, fecha en la que disputaron un amistoso en Buenos Aires Argentina y Uruguay. Los clásicos de Río de la Plata siempre son muy emocionantes por la gran rivalidad histórica existente entre ambos países (recordemos que constituyen el primer enfrentamiento "clásico" internacional fuera de las Islas Británicas).

A esta cita los argentinos llegaban con un aliciente añadido, querían ganar al equipo celeste porque eran los flamantes campeones olímpicos. Al no existir un torneo mundial de selecciones de fútbol el título olímpico era el máximo galardón al que se podía aspirar hasta 1930, de hecho, el nueve de julio, fecha en el que Uruguay se proclamó campeón olímpico en París 1924, es considerado actualmente como el “día del fútbol sudamericano”. Recordemos que apenas llegaron los olímpicos a Montevideo, se organizaron dos amistosos con Argentina. El primero se jugó el 21 de septiembre en Montevideo y finalizó 1-1. Uruguay abrió el score a los 29 minutos por intermedio de Pedro Petrone, pero a sólo 5 minutos del final Argentina empató gracias a un gol de Domingo Tarasconi.

El Gráfico escribió tras el empate: Nos permitimos recalcar el punto aquel de que entre argentinos y uruguayos, sean o no campeones de tal o cual concurso, subsistirá siempre la igualdad de fuerzas que desde hace quince años viene constatándose en las luchas internacionales. Mañana, nosotros podremos ser campeones olímpicos y perder frente a los uruguayos. Se esperaba una superioridad manifiesta de los uruguayos. No ocurrió así sin embargo”. Incluso ante la alegría de algunas personas por haber igualado con el campeón olímpico, se preguntó “¿Desde cuándo nos hemos considerado tan poco, que un empate con los uruguayos constituye una victoria argentina?”


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Tribuna central oficial del estadio del Club Sportivo Barracas, sitio en donde se disputó el partido el 2 de octubre de 1924.


Una semana después, el 28 de septiembre, se disputó la revancha en Buenos Aires. La cancha de Sportivo Barracas tenía capacidad para 40,000 espectadores, pero la expectativa del encuentro superó todos los cálculos: se vendieron 42.000 entradas (35.000 populares a $ 1.- y 7.000 plateas a $ 3.-)". Sumando los invitados, los socios y los "colados", ese día hubo 52.000 personas para el diario "La Nación" y casi 60.000 para "La Razón". El partido se inició con mucho público al borde de la línea lateral y, cuando apenas iban cuatro minutos de juego el árbitro uruguayo Ricardo Vallarino decidió suspender el encuentro debido a que el publico invadió el terreno de juego. Hubo varios incidentes y algunos heridos.

 

 

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El partido del 28 de Septiembre


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Fuente I Viejos Estadios (Fotos de "Caras y Caretas")

 

 

El Gráfico resumió los hechos con estos conceptos: Mentiríamos si dijésemos que nos ha sorprendido lo que ocurrió. Aún más, nos animamos a afirmar que cada uno de los asistentes al salir de su respectivo domicilio para encaminarse a la cancha preveía los acontecimientos. Se culpa a más de una autoridad el desborde de público. Hay quienes acusan a las autoridades de la Asociación de vender un número excesivo de localidades dando rienda suelta al deseo de lucrar. Otros atribuyen a la policía falta de vigilancia en la tarea de contener al público ubicado en las proximidades del estadio y que, en un momento dado, atropelló las puertas y escaló las paredes”. Fue un verdadero escándalo, con combates a pedradas que dejaron varios heridos, público dentro del campo de juego y, consecuentemente, partido suspendido.

El partido se postergó entonces para el 2 de octubre y se tomaron varias medidas de seguridad, entre ellas, cercar el campo de juego con un alambrado de un metro y medio de alto. Si bien ya existían varias canchas alambradas en Buenos Aires y en Montevideo, desde entonces pasó a llamarse alambrado olímpico. También se restringió la cantidad de entradas a la venta y se aumentó su precio: se vendieron 15.000 populares a $ 2.- y 5.000 plateas a $ 5.-. De ese modo, con el agregado de invitados, los espectadores llegaron sólo a 30.000. Otra particularidad de este partido es que fue el primer partido en la historia en ser transmitido por la radio. Por LOR Radio Argentina, Horacio Martínez Seeber, un inquieto radioaficionado interesado en el periodismo y Atilio Casime, jefe de Deportes del diario Crítica, comentaron las incidencias destacadas del match entre argentinos y uruguayos desde una tarima ubicada sobre la terraza de los vestuarios. Para mayor complacencia del público oyente, en los diarios se publicó el campo de juego subdividido en pequeños cuadrados numerados, para que el relator pudiera decir que la pelota iba de tal a cual cuadro y las personas poco entendidas tuvieran cierta idea de cómo se desarrollaba el juego.

Algunas fuentes citan el partido disputado el 22 de enero de 1927 en el estadio de Highbury, correspondiente a la Primera División inglesa, entre Arsenal y Sheffield United y transmitido por Henry "Teddy" Wakelmam, como el primer partido retransmitido por radio. Otros dicen que la primera vez que se transmitió un partido fue en Uruguay en 1922. Lo cierto es que LOR Radio Argentina -la emisora pionera del país que había iniciado sus emisiones en 1920- narró los tumultos e incidentes del comienzo del encuentro el domingo 28 de septiembre con las voces de Martínez Seeber y Casime, y retornó a la cancha el jueves 2 de octubre para contar los 86 minutos restantes. Martínez Seeber, un profundo conocedor de los aspectos técnicos de la radiotelefonía, tenía la licencia oficial de radioaficionado Nº 1, otorgada por el Ministerio de Marina y esa tarde hizo a la vez de relator, comentarista y técnico. Instaló tres micrófonos en el puesto al borde del campo de juego: uno para él, otro para Casime y el tercero de ambiente, para registrar el enorme bullicio del partido internacional.

 

 

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El partido del
02 de Octubre


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Fuente I Viejos Estadios (Fotos de "Caras y Caretas")

 

 

Pero volvamos a los detalles del histórico match que nos concierne. Para la ocasión, los equipos formaron de la siguiente manera:

Argentina: A. Tesorieri (Boca Juniors); Adolfo Celli (Newell's Old Boys) y F. Bearzotti (Belgrano Rosario); S. Médici (Boca Juniors), M. Fortunato (Boca Juniors) y E. Solari (Nueva Chicago); D. Tarascone (Boca Juniors), Ernesto Celli (Newell's Old Boys), G. Sosa (Central Córdoba), M. Seoane (El Porvenir) y C. Onzari (Huracán).

Uruguay: Andrés Mazzali (Nacional); José Nasazzi (Bella Vista) y Fermín Uriarte (Lito); Leandro Andrade (Bella Vista), Alfredo Zibecchi (Nacional) y Pedro Zingone (Lito); Santos Urdinarán (Nacional), Héctor Scarone (Nacional), Pedro Petrone (Nacional), Pedro Cea (Lito) y Ángel Romano (Nacional).

Ante unas tribunas atestadas y en el minuto quince, con el cotejo 0-0, fue cuando el argentino Cesáreo Onzari, puntero izquierdo que jugaba en el club Huracán, ejecutó un tiro de esquina desde la izquierda con tanto efecto que, para desgracia del guardameta uruguayo Antonio Mazzali, el balón se coló contra el primer palo. El colegiado dio validez al tanto, pese a que los uruguayos se tiraban de los pelos porque consideraban que marcar así era ilegal.

 

 


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El
Gol


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Nota: Causa curiosidad la particular chaqueta tricolor utilizada por el árbitro. Fue un regalo del Fluminense Football Club, en cuyo Estadio das Laranjeiras se disputó el Campeonato Sudamericano de 1922 en el que Ricardo Vallarino fue el árbitro que representó al fútbol uruguayo.


Días después el árbitro Vallarino, en declaraciones al diario La Nación se defendió de las críticas aduciendo: “Tengo la seguridad de haber actuado a conciencia, en ningún momento dejé de cumplir mi misión en la forma en que entendía debía hacerlo. Prueba de ello, los goles que sancioné, el primero de los cuales directamente de un córner, aún cuando esa nueva disposición del reglamento oficial no nos ha sido comunicada a los referees de la Asociación Uruguaya de Football”. La Razón le dedicó un párrafo especial asegurando que hacía quince días se sabía de la nueva reglamentación y que "esta sanción se ha producido en una oportunidad propicia y que será recordada siempre". Y es que la International Board dio validez a los goles marcados de saque de esquina el 14 de junio de 1924. Antes de eso el reglamento establecía que no era válido un tanto conseguido directamente de un saque de esquina.

El partido tuvo mucha polémica, el uruguayo Pedro Cea igualó el encuentro a los 29 minutos y Domingo Tarasconi aumentó a los 8 del segundo tiempo. Argentina ganó 2-1, pero el encuentro no terminó porque el equipo uruguayo se retiró faltando cuatro minutos dado que el público los empezó a agredir con piedras y botellas. Los argentinos acusaron a los uruguayos por el juego brusco, del que fue víctima Adolfo Celli, quien sufrió fractura de tibia y peroné y debió ser reemplazado por Ludovico Bidoglio. Cabe notar que este reemplazo se debió a una cortesía de los visitantes, pues la reglamentación vigente no preveía el ingreso de un suplente. Además el uruguayo Héctor Scarone le pegó una patada a un policía y terminó en la comisaría.

 

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En la imagen podemos ver a Onzari pateando un corner desde la esquina opuesta a la de donde marcó el célebre tanto. Fuente: Huracán Retro (Twitter)

 

Nuevamente las palabras de El Gráfico nos remiten al clima que se vivió durante aquel accidentado partido: Pocas veces hemos experimentado en un campo de juego la impresión dolorosa, de desconcierto, que sufrimos ante el epílogo que tuvo el encuentro. Las escenas de guerrillas entre los campeones olímpicos y el público, aquella otra de Scarone luchando a brazo partido con los agentes de policía, procurando impedirle que abandonase el field, no tienen precedente en las luchas internacionales rioplatenses. De cómo se pudo llegar a esa exaltación y falta de buen tino, es lo que no nos explicamos, y si buscamos su origen debemos decir en honor a la verdad, que lo encontraríamos por igual en la conducta de ambas partes. No de otra manera se explica el juego algo brusco de los visitantes cuando comprobaron el poder del team argentino, como tampoco se explican las botellas y piedras que por tal causa les fueron arrojadas, sobre todo aquellas primeras dirigidas al arquero Mazali, que ninguna participación tenía en las violentas intervenciones de sus compañeros. La nota máxima de la locura diéronla la casi totalidad de los campeones olímpicos dejando de jugar para entregarse a una verdadera batalla con el público. Cuando los uruguayos abandonaron la cancha, los hombres del team argentino fueron detrás de ellos a fin de pedirles que cambiaran de actitud. No habiendo obtenido resultado su intervención, volvieron para cumplir con el reglamento que obliga a permanecer en el field hasta expirado el tiempo de juego.

 

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Dibujo del gol de Onzari. Fuente: Viejos Estadios

 

Finalizado el encuentro cabe resaltar que una de las grandes estrellas de esa tarde fue ese arquero que días antes se había ido en andas de Montevideo. Américo Miguel Tesorieri era el ídolo de todos los pibes en la patria. Cantaban aquello de “Tenemos un arquero, que es una maravilla, ataja los penales sentado en una silla“.

Aun así, la gente se olvidó de aquello y no hacía más que hablar del magnífico tanto que había logrado Onzari, al que bautizaron como “el gol a los olímpicos”. Con el paso del tiempo, el gol a los olímpicos se transformó en “gol olímpico” y se comenzó a llamar así a todos los tantos marcados desde el córner en honor a Onzari. A pesar de que el argentino se haya llevado para la posteridad la gloria por ese gol, según el historiador del Centro para la Investigación de la Historia del Fútbol (CIHF) Jorge Gallego, el primero que logró batir desde el saque de esquina a un portero en un partido oficial (si bien en una competición mucho menos importante), fue Billy Alston, en un partido disputado el 21 de agosto de 1924 por la Segunda División de Escocia entre el St. Bernard´s F.C y el Albion Rovers.


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Los argentinos convierten el gol del triunfo. Obsérvese el "espontáneo" que festeja la conquista.



Por último cabe resaltar que el primer gol de este tipo anotado en una Copa Mundial de Fútbol fue conseguido por el colombiano Marcos Coll el día 3 de junio, en el Mundial de Chile de 1962, durante el partido jugado en el Estadio Carlos Dittborn de la ciudad de Arica, entre Colombia y la Unión Soviética.

Sobre este tema el escritor uruguayo Eduardo Galeano escribió, en su libro de 1995, "El fútbol a sol y sombra":

Cuando la selección uruguaya regresó de la Olimpíada del 24, los argentinos le ofrecieron un partido de festejo. El partido se jugó en Buenos Aires. Uruguay perdió por un gol.

El puntero izquierdo Cesáreo Onzari fue el autor de ese gol de la victoria. Lanzó un tiro de esquina y la pelota se metió en el arco sin que nadie la tocara. Era la primera vez en la historia del fútbol que se hacía un gol así. Los uruguayos se quedaron mudos.

Cuando consiguieron hablar, protestaron. Según ellos, el arquero Mazali había sido empujado mientras la pelota venía en el aire. El árbitro no les hizo caso. Y entonces mascullaron que Onzari no había tenido la intención de disparar a puerta, y que el gol había sido cosa del viento.

Por homenaje o ironía, aquella rareza se llamó gol olímpico. Y todavía se llama así, las pocas veces que ocurre. Onzari pasó todo el resto de su vida jurando que no había sido casualidad. Y aunque han transcurrido muchos años, la desconfianza continúa: cada vez que un tiro de esquina sacude la red sin intermediarios, el público celebra el gol con una ovación, pero no se lo cree.

 

diptico-tarasca-radio
A la izquierda portada de El Gráfico nº 273 del 27 de septiembre de 1924 en la que se elogia Tarascone, "el descollante forward argentino que venció la valla de los campeones olímpicos". A la derecha tenemos una reproducción de la cuadrícula del campo, publicada por Caras y Caretas (junio de 1936). Fuente: Viejos Estadios

 

calle rio limay
El estadio de Sportivo Barracas ocupó entre 1920-37 la manzana de las bonaerenses calles Iriarte Luzuriaga Rio Cuarto y Perdriel. La cancha fue dividida en 1942 por la calle Río Limay. El arco de Onzari estaría casi en la esquina con Río Cuarto. En la imagen se aprecia donde estaría ubicado hoy (2018), el arco que recibió el primer "gol olímpico". Fuente: Viejos Estadios

 

Fuentes I Viejos Estadios, La Medialuna, Wikipedia, 1977 Voltios, El jinete insomne y ¡Que buena historia!

 

 

 

 

 

9- El origen de la "Garra Charrúa" (1935)

 

Con el paso del tiempo la palabra "charrúa" ha ido adquiriendo para los uruguayos connotaciones de valor, de fuerza, de fiereza, de orgullo guerrero, de victoria bélica trasladada a gesta deportiva, al igual que la palabra araucano para Chile, azteca para México o incaico para Perú. En el subconsciente uruguayo, la tribu indígena alejada de la complejidad y el desarrollo de otras civilizaciones precolombinas, fue tomando rasgos míticos.

Según el periodista e investigador, Luis Prats, la expresión "garra charrúa" comenzó a utilizarse a partir de un campeonato sudamericano de fútbol disputado en Lima, en 1935, ganado por Uruguay. La selección celeste llegó con un equipo de "veteranos" de las gestas olímpicas y de la Copa Mundial de Fútbol de 1930, pero igual venció al resto.


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Plantel uruguayo campeón del campeonato sudamericano de 1935.



En la final de este torneo, el Campeonato Sudamericano de 1935 (Santa Beatriz) volvieron a medirse argentinos y uruguayos un 27 de enero, ellos eran netos favoritos y pese a eso Uruguay se impuso 3 a 0 y levantó la copa del certamen. Dicha gesta fue inmortalizada bajo el nombre de la Garra charrúa, frase que se utiliza en la actualidad para referirse a los logros del equipo uruguayo.

Fue un partido un tanto atípico porque los clásicos rivales del Río de la Plata jugaron ese torneo (extraordinario) sin sus colores tradicionales. Argentina lo hizo con una casaca blanca y el combinado compatriota con una roja en virtud de que ambos, luego de la final del Mundial del 30, disputada en nuestro país, habían roto relaciones futbolísticas porque los argentinos denunciaron haber recibido presiones y agresiones en aquella final.

Eso motivó que durante cinco años no se realizara el Sudamericano hasta que Perú decidió organizar un torneo Extraordinario, parte de los festejos por el IV centenario de la fundación de la ciudad de Lima.

Las ajustadas victorias uruguayas de 1-0 ante Perú y 2-1 frente a Chile, previo a la última jornada contra Argentina, hacían prever que el título se lo llevaría el combinado albiceleste, quien había derrotado a los mismos rivales por 4 a 1.


El argentino Herminio Masantonio, apodado "El mortero de Patricios" y goleador del torneo, marca uno de los tres goles que le hizo a Perú el 20 de enero ante la atenta mirada de los 21.000 espectadores que acudieron al Estadio Nacional de Lima.

 

Las apuestas favorables a los argentinos marcaron un abrumador 10-2, por las campañas efectuadas. Pero no estaba nada dicho.

El gran capitán José Nasazzi se pasaba días enteros con el pie en una palangana de agua, debido a que el tobillo derecho, hinchado, parecía privarlo de jugar “la gran final”. “Matucho” Fígoli alimentaba con chorros de agua caliente, sal gruesa y lluvias de ceniza, esperando la ansiada recuperación del “campeonísimo”.

Pero no culminó allí la novela, debido a que el golero Ballestrero (que fue suplantado por Macchiavello ante Chile), presentaba una tremenda hinchazón en su mano izquierda, la cual lo hacía llorar cada vez que lo masajeaban.

Con estas dos serias lesiones, Héctor “El manco” Castro tomó la decisión de llevar adelante el grupo, merced a sus consejos y sabiduría. Braulio Castro decidió dejar de lado los boliches, los cuales visitaba de cortesía para mantener el grupo lo más unido posible.

Así fue como se preparó el gran campeón, Uruguay, el cual contra todos los pronósticos apabulló 3-0 a Argentina, que no aguantó al conjunto uruguayo, pese a que éste presentaba notorias lesiones, las cuales fueron suplantadas por sabias palabras y un gran orgullo.

 

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A la izquierda el plantel campeón, a la derecha los tres atacantes centrales del equipo de Uruguay Campeón Sudamericano de 1935. Aparecen desde la izquierda Aníbal Ciocca, Héctor Manco Castro y Enrique Fernández.




El local, Perú, sufrió primero

Ante el local, Uruguay formó con: Enrique Ballestrero, José Nasazzi, Agenor Muñiz, Erebo Zunino, Lorenzo Fernández, Luis Denis, Juan Emilio Píriz (Alberto Taboada), Aníbal Ciocca, Héctor Castro, Enrique Fernández y Braulio Castro.

Ante 28.000 espectadores ubicados en el Estadio Nacional de Lima y bajo el arbitraje del chileno Humberto Reginatto, Uruguay venció 1-0 con gol de Héctor Castro.

 

gul-castro
Faltaban diez minutos para terminar el partido cuando el jugador uruguayo Héctor "Manco" Castro convirtiió este gol contra Perú que le dio la victoria al equipo celeste.

 

Chile debió padecer a Aníbal Ciocca

Bajo el arbitraje del peruano Miguel Hurtado, ante 13.000 espectadores, ubicados en el Estadio Nacional de Lima, Uruguay enfrentó a Chile y alineó a: Enrique Ballestrero (Héctor Macchiavello), José Nasazzi, Agenor Muñiz, Erebo Zunino, Lorenzo Fernández (Miguel Olivera), Marcelino Pérez (Luis Denis), Juan Emilio Píriz (Alberto Taboada), Aníbal Ciocca, Héctor Castro, Enrique Fernández y Braulio Castro.

Ciocca marcó los tantos de Uruguay a lo 33 y 55 minutos. Un minuto antes, en el 54, había empatado el chileno Giudice.

 

final-1935
Momento de la gran final entre las seleciones rioplatenses. El argentino Masantonio observa como el guardameta uruguayo Enrique Ballestrero, "El Pulpo", detiene el balón ante la atenta mirada del "Mariscal" José Nasazzi. Al fondo el jugador celeste Lorenzo "El gallego" Fernández.

 

Argentina sucumbió en la última fecha

Un 3-0 lapidario cerró el torneo (el 27 de enero) favorable al conjunto compatriota, que se despachó de Argentina con goles de Alberto Taboada, Aníbal Ciocca y Héctor Castro.

Con 30.000 espectadores en las gradas del Estadio Nacional de Lima, y bajo el arbitraje del chileno Humberto Reginatto, Uruguay formó con: Enrique Ballestrero, José Nasazzi, Agenor Muñiz, Erebo Zunino (Luis Denis), Lorenzo Fernández, Marcelino Pérez, Alberto Taboada, Aníbal Ciocca, Héctor Castro, Enrique Fernández y Braulio Castro.

Mientras tanto, el equipo de Argentina paró a: Fernando Bello (Sebastián Gualco), Carlos Wilson, Arturo Scarcella, Rodolfo De Jonge, José María Minella, Antonio De Mare (Roberto Sbarra), Miguel Angel Lauri, Antonio Sastre, Herminio Masantonio, Diego García (Vicente Zito) y Arturo Arrieta.

 

final 1935
El capitán de Uruguay, José Nasazzi, le entrega un ramo de flores al capitán argentino José María, "El Pepe" Minella antes del comienzo de la final. Abajo podemos ver una nota de prensa aparecida luego de disputado el partido.

 

 

Desarrollo del Torneo

Lugar y fecha
Partido
Resultado
06/01/1935
Argentina -Chile
4-1
13/01/1935
Uruguay-Perú
1-0
18/01/1935
Uruguay-Chile
2-1
20/01/1935
Argentina-Perú
4-1
26/01/1935
Perú-Chile
1-0
27/01/1935
Uruguay-Argentina
3-0

 

 

 

Tabla final de posiciones

Equipo
PJ
PG
PE
PP
GF
GC
DIF
PTS
1- Uruguay
3
3
0
0
6
1
5
6
2- Argentina
3
2
0
1
8
5
3
4
3- Perú
3
1
0
2
2
5
-3
2
4- Chile
3
0
0
3
2
7
-5
0
TOTALES
12
6
2
6
18
18
0

 

 

Campeón

#
País
 
Uruguay

 

 

gresca35
Gresca posterior a la final. La nota a pie de foto dice: "Varias fotos lo han presentado a Masantonio en el papel de llorosoa víctima en su incidente con Lorenzo Fernández. ya puestos en trance, a nosotros nos place reproducirlo en toda su hombría, castigando al rival con una certera izquierda" (Fuente I Huracán Retro).

 

 

 

Fuente I La Red 21 (1) y (2 artículo escrito por Gabriel López ).

 

 

 

 

 

10- Récord de imbatibilidad celeste (2011-2012)

 

En el bienio 2011-12 Uruguay logró establecer un nuevo récord histórico de imbatibilidad que superó el que ostentaba desde la época en que era dirigido por el técnico Juan Carlos Corazzo (abuelo materno de Diego Forlán), que entre 1967 y 1968 estuvo catorce encuentros sin conocer la derrota (seis triunfos y ocho empates). Aquel conjunto uruguayo, que ganó la Copa América que se disputó en 1967 en el Estadio Centenario, recién cayó el 5 de junio de 1968. Ese día, en el Estadio Monumental de Buenos Aires, el seleccionado argentino lo superó por 2 a 0, en encuentro valedero por la Copa Lipton.

Desde el 29 de mayo de 2011, cuando en amistoso jugado en la ciudad alemana de Sinsheim, el seleccionado germano se impuso por 2 a 1 al uruguayo, el combinado nacional disputó dieciocho encuentros sin conocer la derrota, volvió a perder, y de manera estrepitosa, frente a Colombia en Barranquilla el 7 de septiembre de 2012 en el marco de las Eliminatorias para el Mundial de Brasil 2014 por un contundente 4 a 0.

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Festejos en el que fue el partido más importante del invicto histórico. Con el 3-0 sobre Paraguay, la Celeste obtenía su 15ª Copa América y se convertía en el país que más torneos continentales ha ganado (24/07/2011).

 

 

El histórico invicto

Lugar y fecha
Motivo
Rival
Resultado
Montevideo, 08/06/11 Copa Confraternidad Holanda (1)
1-1
Rivera, 23/06/11 Amistoso Estonia
3-0
San Juan, 04/07/11 Copa América 2011 Perú
1-1
Mendoza, 08/07/11 Copa América 2011 Chile
1-1
La Plata, 12/07/11 Copa América 2011 México
1-0
Santa Fe, 16/07/11 Copa América 2011 Argentina (2)
1-1
La Plata, 19/07/11 Copa América 2011 Perú
2-0
Bs As., 24/07/11 Copa América 2011 Paraguay (3)
3-0
Kharkiv, 02/09/11 Amistoso Ucrania
3-2
Montevideo, 07/10/11 Eliminatorias 2014 Bolivia
4-2
Asunción, 11/10/11 Eliminatorias 2014 Paraguay
1-1
Montevideo, 11/11/11 Eliminatorias 2014 Chile
4-0
Roma, 15/11/11 Amistoso Italia
1-0
Bucarest, 29/02/12 Amistoso Rumanía
1-1
Moscú, 25/05/12 Amistoso Rusia
1-1
Montevideo, 02/06/12 Eliminatorias 2014 Venezuela
1-1
Montevideo, 10/06/12 Eliminatorias 2014 Perú
4-2
Le Havre, 15/08/12 Amistoso Francia
0-0

 

Notas:

1- Uruguay ganó 4-3 por penales.
2- Uruguay ganó 5-4 por penales.
3- Uruguay se consagró Campeón de la Copa América 2011.


Resumen

PJ
PG
PE
PP
GF
GC
DIF
18
9
9
0
33
14
19

 

 

 

 

11- La peor racha celeste (2016-2017)

 

Como contrapartida a la anterior racha de imbatibillidad, entre noviembre de 2016 y junio de 2017, el combinado nacional celeste sufrió su mayor racha adversa con cinco derrotas consecutivas. El aciago récord comenzó a gestarse el 15 de noviembre de 2016, cuando Uruguay cayó derrotado en Santiago frente a la selección local por 3-1 en el marco de las Elimintaorias mundialistas. Luego de ese encuentro perdió dos partidos más dentro del mismo torneo eliminatorio, contra Brasil en Montevideo y Perú en Lima. Los intentos por "cambiar la pisada" tampoco fueron efectivos, pues jugó dos amistosos con Irlanda e Italia, en Dublín y Niza, y ambos los selló con sendas derrotas.


lamento_celeste

 

Según comentan los periodistas Gustavo Martín y Pablo Benítez en nota publicada en Referi (08/06/2017) una racha de estas características hay que encontrarla en los albores de nuestro fútbol cuando Argentina le ganó cuatro veces seguidas a Uruguay entre 1906 y 1907, por las copas Lipton y Newton. La seguidilla de derrotas tiene este orden: 0-2 ante Argentina en Montevideo (Copa Lipton), 1-2 ante Argentina en Bs. As. (Copa Newton), 1-2 ante Argentina en Bs. As. (Copa Lipton) y 1-2 ante Argentina en Montevideo (Copa Newton).

Luego, en 1916, tras ganar la primera edición de la Copa América en Argentina, Uruguay perdió cinco amistosos consecutivos pero uno de ellos lo jugó con un equipo B.

La mala racha comenzó cuando Brasil jugó por primera vez en Montevideo y ganó 1-0 un amistoso. Luego se sucedieron dos caídas (2-1 y 3-1) ante Argentina el mismo día por Copa Lipton, una en Montevideo, otra en Avellaneda, otra por el Premio de Honor Uruguayo ante Argentina en Belvedere (1-0) y otra por la Copa del Círculo de Prensa en Avellaneda (7-2). En este último equipo, Uruguay presentó al equipo B por lo que el partido no se considera oficial.

En 1959 también se generó una racha de cuatro derrotas en fila. Tres por la Copa América de Buenos Aires: 3-1 con Brasil, 4-1 con Argentina y 1-0 con Chile. Además, se perdió luego un amistoso con Paraguay en el Centenario 3-1.

En 1976 se igualó esa marca perdiendo tres partidos seguidos por la Copa Atlántico: 4-1 con Argentina en Buenos Aires, 2-1 con Brasil en Río, 1-0 con Paraguay en Asunción y 3-0 con Argentina en el Centenario.

La última vez que Uruguay había perdido cuatro partidos al hilo fue en la última parte de la era Juan Ramón Carrasco cuando cayó en amistoso ante Jamaica (0-2) y luego fue humillado por Venezuela en el Centenario (0-3) por Eliminatorias para Alemania 2006. Así llegó Jorge Fossati que arrancó con derrotas ante Perú (1-3) y Colombia (0-5) por las mismas Eliminatorias.

 

 

El via crucis celeste

Lugar y fecha
Motivo
Rival
Resultado
Santiago, 15/11/16 Eliminatorias Rusia 2018 Chile
1-3
Montevideo, 23/03/17 Eliminatorias Rusia 2018 Brasil
1-4
Lima, 28/03/17 Eliminatorias Rusia 2018 Perú
1-2
Dublín, 04/06/17 Anistoso Irlanda
1-3
Niza, 07/06/17 Amistoso Italia
0-3

 

Resumen

PJ
PG
PE
PP
GF
GC
DIF
5
0
0
5
4
15
-11

 

 

 

 

12- Figuritas y naipes "celestes" (1924-1928)

 

A continuación se ofrece, en primera instancia, una figurita o cromo de José Nasazzi editada por los Chocolates catalanes Eduardo Pi, de Barcelona. La pieza forma parte de una serie o colección de 42 fotografías que tienen como motivo las Olimpiadas celebradas en Francia en el año 1924.

Luego tenemos unos curiosos naipes infantiles (Mini-Naipes Fútbol) hechos en Montevideo en el año 1928 por un fabricante desconocido. En su reverso podemos observar la estampa de los campeones olímpicos de ese año.

Este tipo de cartas era muy usado en la época con fines principalmente educativos, dado que existían series que mostraban a héroes populares, celebridades, proverbios y máximas.

 

 

fn1
fn2

 

 

Anverso

naipes1

 

Reverso

naipes2

 

Fuente I The World of Playing Cards

 

 

Enlace de interés
Colección de cromos españoles Amatller (1929)

 

 


escuauf



Última actualización: 29.08.2023

 

 

 

 

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